¿Cuál es tu misión en la vida? Todos hemos oído que hemos venido a este mundo con un propósito, una misión, ¿verdad? Pero ¿cuántos de nosotros sabemos por qué estamos aquí? ¿Y cuántos de nosotros nos preguntamos: qué misión de vida nos corresponde?.
Todos nos sentimos seguros y complacidos superficialmente dentro de nuestra zona de confort, lugar donde elegimos de forma inconsciente permanecer el mayor tiempo posible de nuestras vidas, ignorando que, precisamente esa seguridad y esa complacencia ficticia nos aleja dramáticamente de nuestro verdadero propósito en la vida…Nos aleja de nuestra misión de vida.
Nuestra zona de confort nos aleja de nuestra misión de vida
Hay dos tipos de personas… Las que ya descubrieron cuál es su propósito y no lo están haciendo, porque sus creencias aún no los dejan, y sufren en esa búsqueda y dualidad entre «yo sé lo que yo debería estar haciendo, pero no lo consigo, no puedo o no debo» y las que aún no han descubierto y continúan en el piloto automático, despertando, trabajando, pagando las cuentas, durmiendo, despertando, trabajando …
La misión de vida es algo que hemos venido para hacer aquí en la Tierra, en este período que optamos por pasar por algunas «tareas» para evolucionar, haciéndonos mejores, y seguir nuestro viaje, como seres de luz.
Podemos haber venido con varios propósitos, y no existe una regla general para todos, cada uno tiene sus tareas para cumplir, desde aprender a perdonar, aprender a amar, a servir o a cualquier otra cosa, que no esté al servicio del ego, y sí de nuestra alma.
Siempre que oímos hablar de misión de vida, lo asociamos a algo grandioso, como un propósito muy grande y cuando vemos a las personas que parecen haber encontrado su misión en esta vida, diciéndonos cómo es esa misión, parece alguien muy grande.
Muchas veces las personas hasta encuentran lo que vinieron a hacer aquí, pero como no consiguen esa súper felicidad o iluminación, acaban por creer que no es aquello o que debe ser otra cosa.
Relacionamos nuestra misión de vida con un trabajo lleno de glamour, donde la persona se despierta y sale sonriente de la cama y pasa el día extremadamente realizado haciendo eso, y será reconocido por ello.
Encontrar nuestra misión de vida pasa por vivir el aquí, el ahora, de forma consciente y abrazados al autoconocimiento y al amor incondicional.
Yo no veo la misión de vida de esa manera. Conozco una historia que he escuchado y no recuerdo bien, pero es más o menos así. En cierto modo, algunos hombres ganaron algunos tesoros, y no supieron apreciarlos, utilizándolos de forma equivocada, entonces los Dioses, para castigarlos, resolvieron esconder todos esos tesoros de los hombres, y buscando en qué lugar los hombres nunca los encontrarían, comenzaron a pensar.
Uno de los Dioses dijo, esconderemos en el fondo del mar, allí los hombres no los encontraran. Otro dijo, esconderemos en la cima de la montaña más alta, y así fueron a buscar lugares para ocultar esos tesoros. Y Dios, muy sabio, dijo: El hombre es capaz de mover cielo y tierra, de ir a la luna para encontrar lo que desea, pero jamás buscará dentro de sí.
«Esconderemos las mayores riquezas de los hombres dentro de ellos. Y así lo hicieron, escondieron todos los grandes tesoros dentro de los hombres, ya que éste era un lugar muy difícil de encontrar»
Y así es, hasta hoy. Los hombres buscan las respuestas milagrosas en todo lo que es lugar, pero cuando oyen que la respuesta está dentro de sí, continúan buscando otra respuesta que agrade más.
La misión de vida no está en un lugar diferente, sino dentro de ti. No sirve de nada buscar todas las respuestas, porque nada está fuera. Todo está en ti. Y yo sé que esa frase es cliché, y que cada vez más se oye hablar de ella, pero eso es lo que es.
La búsqueda de éxito, reconocimiento, fama, poder, dinero son trampas del ego, para sacarnos de lo que es importante. Nada de lo que he citado es malo, pero la manera en que el ser humano lo usa a lo largo de los años es siempre malo. La búsqueda por excesos, que llenan un vacío, que sólo puede ser llenado con esa mirada dentro de sí mismo.
¿Cómo hacer el camino para encontrar mi misión de vida?
1. Vuelve a conectarte con tu niño interior
Cuando llegamos a este mundo, aún sin mucha influencia externa del mundo, aún antes de entender lo que otros esperaban de nosotros, nuestro niño interior decía lo que quería ser cuando creciera. ¿Recuerdas lo que tu niño quería ser? Hay mucha sabiduría en esta respuesta. Porque el niño todavía no tenía miedos o las creencias que desarrollamos con el tiempo, como: eso no da dinero, eso no puede salir bien, no soy bueno en eso, no sé manejar eso, no tengo talento, y hay mucha gente mejor que yo. No, el niño sólo tenía el deseo.
2. Mira las actividades que te dan placer
¿Qué harías si no existiera dinero, fama, poder y nadie lo estuviera viendo? Esta pregunta es compleja y tal vez tú llevas tiempo buscando la respuesta, pero eso ciertamente está ligado a tu misión en esta vida.
3. ¿Qué haces cuando estás solo?
Cuando estás completamente solo, ¿qué haces? ¿Cuáles son tus pensamientos? ¿Puedes parar para escuchar lo que dice tu cuerpo? ¿O enciendes la TV, la radio, vas pronto a alguna red social, pues no te gusta quedarte contigo mismo?
Encontrar el camino hacia nuestra misión de vida, y explorarlo de forma consciente, puede convertirse en la experiencia más sublime que podríamos llegar experimentar en esta vida.
El camino hacia tu misión de vida no sé cuál es, pero una cosa puedo asegurarte, él es solitario. Él no tiene el glamour que parece tener, tú estarás en contra del actuar de las personas que despiertan, trabajan, pagan cuentas, duermen … y te preguntarás muchas veces si estás en el camino correcto.
4. Practica el Autoconocimiento
¿Sabes lo que te gusta? Sin influencia de lo que otros dicen que es bueno. Tú sabes cuáles son tus defectos, no los que otros dicen que tienes, los que tú descubres. ¿Cuáles son tus mayores habilidades? ¿En qué eres realmente bueno? ¿O mejor, en lo que eres único y especial?
Todos tenemos una caja de tesoros escondida dentro de nosotros, con maravillas y dones únicos. En el lado de fuera de esa caja, hay algunos monstruos cuidando para que nadie abra la cajita, si la encuentra.
Estos monstruos afloran nuestros mayores defectos, nuestros mayores miedos, mayores fantasmas, para que la gente no quiera acercarse y abrir la caja. Y es por eso que la mayoría de la gente no se conoce de verdad, se queda sólo en lo superficial y prefiere creer lo que dicen de ella, que enfrentarse a los monstruos y abrir la caja.
Tú misión de vida está muy lejos de tu zona de confort. Tendrás que salir de la cajita para encontrarla!
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