¿Te has detenido a pensar alguna vez en la forma excesiva que tienes de analizar todo lo que te sucede? Tal vez sientes que piensas demasiado en ciertas situaciones, lo que te causa más estrés o ansiedad. Esto puede ser una ocurrencia común para algunos, sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer, que podrían ayudarte a analizar menos y disfrutar más.
En este artículo revisaremos algunos puntos que pueden ayudarte para dejar de analizar. Sin embargo, es necesario echar un vistazo a por qué pensamos demasiado.
A veces puede ser difícil dejar de analizar cosas, especialmente si padeces estrés y ansiedad.
¿En realidad es necesario analizar todo en exceso?
Muchas personas piensan demasiado porque se sienten ansiosas o estresadas, sin embargo, puede haber algunas razones más para pensar demasiado. Como humanos, a veces podemos escuchar nuestras propias conversaciones negativas, esto también puede suceder cuando nos preocupamos por algo.
Si tiendes a ser muy crítico contigo mismo, es posible que tu voz interior pueda asumir el control cuando se trata de ciertas situaciones. Por ejemplo, puede que te preocupe mostrar tu presentación en tu trabajo, esta «voz interior» podría decirte que no te irá bien, todos se reirán de ti y tendrás que irte; esto es pensar demasiado.
Cuando pensamos demasiado optando por analizar todo, nuestra voz interior suele ser drástica, negativa y normalmente catastrófica al predecir lo que nos puede suceder en situaciones futuras. Esto normalmente no es lo que sucederá en realidad, pero los pensamientos que pueda tener pueden parecer muy reales y pueden causarle mucho estrés.
Cómo dejar de preocuparse por todo
Pensar demasiado puede ser bastante difícil de superar, sin embargo, aquí hay algunas cosas que puedes hacer, y que te harán las cosas más fáciles.
6 cosas que puedes hacer para ayudarte a dejar de analizar todo:
1. Enfoca el tema haciéndote consciente de ti mismo
Si puedes llegar a ser más consciente de ti mismo, deberías ser capaz de reconocer cuándo estás analizando en exceso, y darte cuenta plenamente de ello. Esto podría significar tratar de prestar más atención a tus pensamientos y sentimientos.
Si haces esto, puedes comenzar a ver cuándo piensas demasiado y por qué. Una vez que hayas empezado a ver que sucede, puedes tratar de convencerte conscientemente y hacerte preguntas.
Muchas veces nos quedamos anclados a situaciones cuya solución no está en nuestras manos. Aprender a confiar en el proceso de la vida también es muy importante para recuperar el control de nuestros pensamientos.
Intenta quedarte en el momento y hazte preguntas como las siguientes:
- ¿Cómo me estoy sintiendo?
- ¿De verdad necesito preocuparme?
- ¿Qué puedo hacer para cambiar cómo me siento?
Es de esperar que seas capaz de racionalizarte contigo mismo, comprender cómo te sientes y dejar de pensar de forma obsesionada.
2. Poner las cosas en una perspectiva más amplia:
A veces puedes sentirte estancado cuando piensas demasiado, y a menudo atrapado en analizar todo. Puede ser muy fácil mantener este ciclo en marcha. Cuando te encuentres en esta trampa de analizar en exceso, respira y trata de poner las cosas en perspectiva.
Si puedes preguntarte «¿Esto importará dentro de 5 o 10 años?» o «¿Esto me va a afectar a largo plazo?», es posible que puedas dejar de pensar demasiado. Esto se debe a que te haces racionalizar el problema o la situación y piensas en el futuro.
Normalmente, cuando pensamos demasiado, se trata de algo sobre lo que estamos enfatizando o preocupándonos en el momento presente, y normalmente se relaciona con cosas que no importarán dentro de unos años. Poner las cosas en una perspectiva más amplia puede ayudarte a reconocer que te estás preocupando demasiado y tal vez estás exagerando la situación.
3. Date cuenta de que no puedes controlar todo:
Cuando la gente piensa, generalmente es una forma de controlar cosas, como sus pensamientos y sentimientos. Sin embargo, suceden cosas que están fuera de nuestro control y eso está bien.
Siempre habrá situaciones malas y buenas en la vida de las personas y debemos reconocer que no podemos controlar todo lo que nos sucede, solo podemos controlar cómo reaccionamos.
Cuando las personas analizan en exceso, por lo general, analizarán todos los sentimientos posibles o «qué pasaría si» para el futuro, pero cuando comprendes que no puedes controlar el futuro, puedes ayudarte a recuperar el control de tus pensamientos.
4. Distraerse:
A veces, todo lo que necesitas es una buena distracción que pueda ayudarte a dejar de analizar. Si hay una cierta situación en la que pareces estar pensando mucho, trata de distraerte haciendo algo que te encanta.
Esto podría ser un pasatiempo tuyo o algo que te ayude a relajarte, como la meditación o el yoga. Usar estos como una distracción puede ser genial porque puedes sentirte mucho más tranquilo, y puede que te resulte más fácil aquietar tus pensamientos.
Además, hacer algo que te haga feliz te mantendrá sintiéndote positivo y, con suerte, tu pensamiento también será positivo.
5. Escribe tus pensamientos:
Ser capaz de escribir tus pensamientos es una excelente manera de ser más consciente de ti mismo, y ver cómo te sientes. Puede ser mejor escribir tus pensamientos y evaluarlos por la mañana, con tu mente fresca, y así puedas olvidarte de ellos por el resto del día.
Intenta expresar tus pensamientos en papel, ya que puede ayudarte a despejar la mente y a reflexionar. Tener los pensamientos escritos también puede ayudarte a ver si son racionales y si está bien que continúes dedicándoles tu tiempo.
Esta es una gran manera de dejar ir tus pensamientos y sentimientos que te están causando estrés y preocupación, y con suerte te ayudarán a no analizar demasiado durante el día.
6. Cambia tu entorno:
Puede haber ciertos problemas o situaciones que te preocupan y te hacen comenzar a analizar las cosas. Es posible que puedas pensar con más claridad, si dejas el entorno en el que te encuentras cuando comienzas a analizar todo en exceso.
Puedes salir, al parque o al bosque, puedes ir a la biblioteca o incluso a una cafetería donde puedes relajarte y estar presente. Esto puede ayudarte a ver tu problema bajo una luz diferente, y ser capaz de evaluar cómo te sientes en el presente.
Hazte plenamente consciente del momento presente, y en ese instante de consciencia plena, determina qué tan negativo es para ti lo que está sucediendo.
Esta es una excelente manera de salir de tu casa o tu trabajo, y de que los pensamientos te sucedan de forma más racional. Incluso puedes encontrar una solución más fácil a tu situación cuando cambias tu entorno, en lugar de preocuparte y asustarte.
Detén el exceso de análisis hoy mismo:
Prueba alguno de estos consejos hoy y determina si pueden ayudarte a calmar tu mente y detener tu forma de analizar todo. Puede ser difícil de detener, pero no es imposible. Y en última instancia recuerda que, a veces es mucho mejor y más productivo soltar y fluir con los acontecimientos, que quedarse anclado en situaciones que escapan por completo de nuestro control!
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