La autoconfianza es tu opinión acerca de ti. ¿Cómo está tu autoestima? Todos deberíamos, al menos una vez en la vida a lo largo de nuestra jornada, parar y hacer un análisis, un autoanálisis por cuenta propia, como un buceo en nosotros mismos, para repensar nuestros valores, papel, caminos, relaciones, entregas y de esa forma, acceder al camino del autoconocimiento.
Cuando tomamos posesión del autoconocimiento, conseguimos interpretar nuestros sentimientos, comprender más nuestras opciones a traer más claridad a los cuestionamientos, tener cuestionamientos, y así coraje para la toma de decisiones.
Una mujer confiada y segura de sí misma, tiene todas las herramientas para triunfar en la vida.
Lo que crees sobre ti, refuerza tu autoconfianza
Cuando sentimos autoconfianza nos adueñamos de actitudes más coherentes y autónomas, pues estamos montadas en nuestro propio caballo con más confianza. Sentimos el galope, sostenemos nuestras riendas y aprendemos que la autorresponsabilidad es parte de la cabalgata.
Mi caballo va hacia donde yo lo guio, en el trote que yo necesito, y la autorresponsabilidad significa mucho más, significa mi propia capacidad racional y emocional para dar un nuevo significado a mi propia vida!
¡Y esta es una idea de gran alcance! Una de las cosas que más sacuden la vida de una mujer en todos los campos, es la autoestima.
Una mujer no nace desarmada ni de autoestima baja. Ella nace valiente, activa, próspera. Son las experiencias, procesos personales y circunstancias sociales que activan desencadenantes que la adormecen.
Una mujer con baja autoestima no hace elecciones positivas, pues ella no se ama, ella tiene dificultad para tomar decisiones, de estar sola, de trazar y alcanzar metas y puede tener tendencia a vicios y depresión.
Por el contrario, una mujer con autoestima trabajada también se llena de autoconfianza. Es más creativa, proactiva, decidida, tiene ambición y tiene mejor salud física y mental.
En la medida que tu confianza en ti crece, crece todo aquello que crees de ti.
La autoconfianza te otorga mucha habilidad. Es tu creencia sobre ti misma y tus capacidades. La autoestima es tu opinión sobre ti. ¿Cómo está la tuya?
El proceso de redescubrirnos nos trae la identificación de estas habilidades y clarifica aquello que necesita ser iluminado para las debidas correcciones. Conectar con nuestro Yo Superior y tener una relación íntima contigo misma trae un mayor entendimiento, lo que también significa proceso de curación.
El momento ahora es de acceder a nuestro Yo Divino encubierto por el ego, por lo que creemos estar basados en factores externos. Pero no somos el Ego, somos la chispa divina que nos habita.
Por eso, creo en la espiritualidad como un camino de rescate. La espiritualidad te da las herramientas necesarias para que puedas acceder a tu centro de forma natural, amorosa, sin imposiciones y condicionamientos.
El cuestionamiento forma parte del proceso y, además, toma de actitudes que requieren coraje y disposición para nuevos caminos. No basta con decidir cambiar, hay que abrazarse a la idea de superación.
Te abres para las oportunidades, nuevos entendimientos y conexiones. Ves lo que de hecho resuena con tu ser libre. Utilizas la fuerza de la naturaleza para rehacerte y conectarte con tu naturaleza interna.
Nuestro vuelo es a paso suave, confiado, no contra el viento, sino a través de él y en su misma dirección.
Somos seres orgánicos y biológicos y formamos parte de todo lo que existe. La naturaleza no está allí sólo para embellecer el paisaje, sino que también está a favor de nuestra sanación personal. Se rescata con amor.
En nuestra cabalgata de autoconocimiento, libertad y autoestima, logramos tener acceso a todo aquello que nos pertenece por el sólo hecho de existir. Nuestros conocimientos, nuestras habilidades y nuestra creatividad resurgen de las cenizas al viento, cuanto optamos por regalarnos un encuentro con nuestro verdadero ser.
Esta realidad que sólo se logra desde la verdadera espiritualidad, puede otorgarte una hermosura nunca pensada. La belleza que da la certeza. La belleza que da la autoconfianza. La serenidad y la paz de saber hacia dónde te diriges.
Encontrarte con tu propio ser en medio del caos, es la experiencia más reconfortante que podemos experimentar, ya que nos trae a puerto seguro. Nos impregna de bienestar y felicidad, donde sólo lo extraordinario es posible.
Nos despierta a una realidad maravillosa, donde volamos en la misma dirección que el viento, sin resistirnos, sin quedarnos atascadas, simplemente fluyendo con nuestra vida, y permitiendo que las cosas sucedan cómo tienen que suceder, para nuestro mayor beneficio.
Soy mujer, sé lo que merezco, y creo que merezco lo mejor.
La autoestima saludable, nos ofrece la oportunidad de recorrer el camino de la vida con las manos sobre las riendas de nuestro caballo, manteniendo un paso suave, seguro y constante. Donde al inicio de la carrera, quizá no tengamos certeza de nuestro destino, pero sí la confianza de que al final, ese lugar maravilloso al que llegaremos, será exactamente lo que necesitamos para continuar alimentando nuestro amoroso corazón.
Busquemos lo que necesitamos para mantener una autoestima saludable
- Necesitamos sentirnos seguras.
- Necesitamos ser amadas y aceptadas incondicionalmente.
- Necesitamos formar parte de un algo.
- Necesitamos sentirnos aceptadas por como somos, reconocimiento y aprobación.
- Necesitamos ser autónomas, tener capacidad para escoger nuestras opciones.
- Necesitamos que potencien nuestras capacidades y que no las limiten continuamente encasillando nuestra actividad vital en función del sexo.
En definitiva, desarrollar nuestra autoestima es desarrollar nuestra convicción de que somos competentes para vivir y tenemos derecho a la felicidad, y por lo tanto enfrentarnos a la vida con total confianza. Desarrollar nuestra autoestima es ampliar nuestra capacidad para ser felices y llevar una vida saludable.
Te invito a leer cómo está tu nivel de Autoestima y 6 señales de que tienes una autoestima saludable.
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