Tu comportamiento define quién eres. «No permitas que el comportamiento del otro, determine quién eres tú. Nadie puede hacerte celoso, enojado, vengativo o codicioso, a menos que lo permitas». Esta frase es de Napoleon Hill y es sobre ese concepto que vamos a hablar aquí en este artículo.
¿Cuántas veces en la vida, te has visto tomado por la ira y planeando una venganza? ¿Que cantidad de veces juraste que dejarías de ser buena persona? ¿Acaso juraste que aprenderías a ser tan malo como lo fueron contigo? ¿Cuántas veces te has visto herido sin justificación y con la certeza que los malos caracteres se dan bien?
Pues bien, yo creo que tales pensamientos son comunes en la mayoría de las personas honestas…aquellas maravillosas personas de buen corazón. Pero vamos a reflexionar un poco.
Eres único, con una personalidad única, y tu bondad no merece ser expuesta por la forma como actúan los demás.
Tu comportamiento define quién eres tú:
Cuando una persona decide ser deshonesta, te traiciona y te miente. Y tú, decides pagar con la misma moneda. Decides ser deshonesta, ¿qué pasa?
Con la persona deshonesta que te hirió, probablemente no pase nada. Después de todo, la gente mala está acostumbrada a la gente mala, e incluso quizá se reirá de ti. Pero dentro de ti algo va a cambiar.
Tú dejarás de ser TÚ y te vas a igualar al otro…o sea, tú te convertirás en una persona deshonesta, mentirosa y traidora. La venganza causa más daño a quién la práctica, que al propio destinatario, créeme.
Tu nobleza es una virtud invaluable, un preciado tesoro qué cuidar, permitir que la actitud de otros, modifique nuestro tesoro, nuestros principios, nuestros valores y nuestra esencia, es simplemente renunciar a nuestra nobleza, para ingresar al mundo de lo obscuro, lo dañino y miserable.
Un cuento ilustrativo:
En cierta época, un padre llevaba a su hijo al colegio y cada día pasaba por una banca de periódico, y le daba los buenos días al jornalero, que era un señor odioso y mal encarado que nunca respondía, ni esbozaba una sola sonrisa.
En uno de esos días, el hijo preguntó al padre por qué él continuaba dando los buenos días al mal educado del jornalero. Y el padre respondió: «Porque el mal educado es él, no yo.»
Sé tú mismo, no te permitas ser un reflejo mal habido de alguien que sólo piensa en dañar.
Tu comportamiento refleja tu inteligencia emocional:
La gente no puede permitir que el comportamiento de otra persona, defina su propio comportamiento. «Si te planteas pagar con la misma moneda”, lo que haces es mostrar igualdad. Te conviertes en aquello que criticas, y te haces daño.
Al final, perseverar en nuestra actitud ante los percances y los mal educados de la vida. Es una señal de madurez e inteligencia emocional, y no es para cualquiera.
En la PNL (Programación Neurolinguística) solemos decir que la RE jamás puede interferir en la RI. Y explicamos: Nuestra Representación Externa, todo lo que sucede fuera de nuestro cuerpo, no es de responsabilidad nuestra, por lo tanto, no puede interferir en nuestra Representación Interna, en la forma como recibimos y reaccionamos al mundo.
La representación externa es causada por infinitos factores y la mayoría de las veces no los podemos controlar, pero la representación interna es de entera responsabilidad nuestra y sólo nuestra. Por eso siempre podemos cambiar nuestra forma de interpretar las cosas y de actuar ante ellas.
Si tu compañero afectivo no es alguien cariñoso como tu quisieras, y si demostrarle afecto y no recibir afecto de vuelta, te causa sufrimiento… ¿Qué haces?¿te vuelves también fría y desafiante?. ¿Sigues demostrando amor o hiriendo, o vas en busca de alguien más parecida a ti?.
Analiza tus opciones:
Siempre tenemos opciones. La elección dependerá de nuestro grado de inteligencia emocional. ¿Quién puede afirmar que una de estas alternativas está equivocada? Si yo vivo bien y soy feliz con la forma de ser de mi pareja, ¿quién me puede decir que estoy equivocado?.
Absolutamente nadie puede interferir en tu representación interna, ni en cómo procesas lo que recibes del otro, a no ser tú mismo. Tu comportamiento sólo depende de ti, y de lo que guardas en tu interior.
Cuida tu representación interna:
No dejes que tu jefe malhumorado altere tu buen humor. No permitas que el estado ansioso del otro te cause ansiedad. Cuida que esa compañera pesimista no derrita tus energías. Evita a toda costa ser influenciado negativamente por lo que ves y oyes en la televisión.
De tu cuerpo hacia fuera, tú no puedes modificar nada. Entonces, modifica del cuerpo hacia dentro: tu alma, tu corazón, tu mente, para que desarrolles un blindaje y no seas susceptible a todos los cambios y problemas externos.
Más bien permite que todo lo negativo proveniente de lo externo, pase sin dejar rastros en ti. No merece la pena dejarse influenciar de forma negativa por algo que tú no puedes cambiar.
No intentes combatir la rabia, la envidia y el odio ajeno con más rabia y odio. Mantén tu esencia preservada. Continúa siendo el buen ser humano que eres y ten en mente que cada uno sólo da lo que tiene dentro de sí.
Trata en lo posible de alejarte de aquellos que te hacen daño, y que de alguna manera pudieran crear sentimientos dolorosos en ti. Cuídate, protégete, cuida tu paz y tu bienestar, porque con ello, vienen de la mano el resto de los tesoros.
No hagas de tu día un mal día porque alguien no te respondió. No permitas que ésto altere tu comportamiento. ¡Continúa dando tú los «buenos días!» Yo te aseguro que tus días seguirán siendo buenos y mejores cada vez. Y si el día de tu pareja afectiva no fue bueno, esto es un problema que no tiene nada que ver contigo. ¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
Te invito a aplicar la Programación Neurolingüística y ancla los cambios positivos en tu vida!