Hoy queremos brindar algunos concejos sencillos para transformar nuestra energía. Todo aquello que hoy realizas desde un sentimiento y actitud de «obligación», se convertirá en una actividad divertida, amorosa y cargada de sentimientos y actitud de «alegría», siempre que decidas aplicar los consejos que te vamos a dar.
Hay varias cosas que nos motivan como seres humanos a querer cambiar, alcanzar nuestras metas o alcanzar nuestras aspiraciones, y uno de los principales motivadores para querer mejorar, es a menudo otra gente.
En alguna ocasión hemos escuchado decir: “Dejaré de beber por mis hijos”, “Dejaré de fumar por mis padres”, “Voy a perder peso por mi cónyuge”, etc. Y a pesar que pareciera muy loable apoyarse en los seres queridos como una fuente de motivación para sanar nuestros conflictos internos, la realidad es que todo ello puede resultar en nuestra contra, y no a favor.
«Si haces algo por deber, te agotarás, pero si haces algo por amor, te dará energía.» – Desconocido
Aprendamos a transformar nuestra energía:
Cuando usamos a otras personas como nuestra «razón» para parar o empezar a hacer algo, llegamos a una encrucijada energética en el camino del desarrollo personal.
Por un lado tenemos la energía del deber/obligación y por el otro lado está la energía del amor/gozo. La energía detrás de nuestras acciones hace toda la diferencia en el mundo. A medida que pase el tiempo, y usemos la obligación como razón de nuestras acciones, comenzaremos a sentirnos agotados energéticamente, de allí la necesidad de transformar nuestra energía.
Todo lo que hacemos se convierte en algo que «tenemos» que hacer en lugar de algo que queremos hacer, lo que asegura que, o bien fracasamos en dicha tarea, o bien nos sentimos tan mal por tener que realizarla, que empezamos a resentirnos con las personas, lugares o cosas que usamos como motivación inicial.
Con un pequeño cambio de perspectiva, del deber al amor, podemos realmente cambiar el componente energético que está detrás de nuestro deseo de cambiar algo, que nos dará una tasa de éxito mucho más alta, lo que consecuentemente nos convertirá en la persona que aspiramos a ser.
Entonces, ¿cómo exactamente enfocamos las cosas desde este punto de vista diferente? ¿Cómo hacemos para llevarnos todas las cosas de nuestra vida que se han convertido en «cosas de las que tenemos que ocuparnos» (tener que ir a trabajar, comer sano, hacer ejercicio, llevar a los hijos a algún sitio, limpiar la casa…) y, en cambio, cambiarlas por cosas de las que queremos ocuparnos?
Tres consejos para transformar nuestra energía
Practicar el autocuidado no nos convierte en personas egoístas, al contrario, nos convierte en buenos administradores del regalo más preciado que hemos recibido: la vida, estar aquí, ahora, desde donde podemos hacer todos los cambios necesarios para contribuir a transformar nuestra energía y lograr que se eleve aun más. A continuación tres consejos para transformar nuestra energía:
1- Cambia el enfoque:
Deja de enfocarte en la parte que no quieres hacer, y en vez de eso deja que tu tarea vaya de la mano con algo que sí quieres hacer.
Cada vez que asociamos nuestra tarea obligatoria con algo que la hace más agradable de lograr, podemos cambiar nuestra perspectiva de algo que tememos hacer, a algo que en realidad estamos deseando hacer.
Por ejemplo, si alguien odia hacer ejercicio pero le encanta escuchar música, puede usarla como razón para hacer ejercicio.
Otro ejemplo sería si alguien siente que se está privando a sí mismo mientras está comiendo saludablemente, pero le encanta cocinar: puede probar nuevas recetas, e incluso mostrar lo bien que puede hacer para mejorar el sabor de los alimentos saludables, para sus amigos o familiares, como motivación detrás de sus nuevos hábitos alimenticios.
Cuando enlazamos algo que no creemos que nos guste hacer, con algo que nos encanta hacer, estamos engañando a nuestra mente, para que espere con ansias las cosas, en lugar de intentar evitarlas.
2- Pasar de decir «tengo que» a «quiero que»
Este paso por sí solo cambia completamente la manera en que nuestro subconsciente trata con las actividades en las que participamos.
Si pasamos de decir cosas como
- «tengo que perder peso«,
- «tengo que dejar de fumar» o
- «tengo que limpiar mi casa»
a las siguientes:
- «me encanta poder comprar ropa nueva cuando tengo más confianza en mí mismo»,
- «me encanta cómo me siento cuando no fumo» y
- «me encanta la forma en que mi casa queda cuando me tomo el tiempo para limpiarla»,
Nuestra mente subconsciente combina estas actividades con algo que disfrutamos, lo que significa que, a la hora de hacerlas, nos inclinaremos más hacia el éxito en estas tareas.
3- Amarte a ti mismo sin importar lo que pase:
Este es un paso enorme, y probablemente el paso más importante que podemos dar, cuando estamos tratando de tomar mejores hábitos. Habrá días en tu viaje en los que no tendrás ganas de comer sano, hacer ejercicio o limpiar la casa, ¡y eso está bien! De hecho, especialmente en las etapas iniciales de nuestro intento de cambiar algo de nosotros mismos, el viejo nosotros rogará por regresar.
El que todavía quiere comer dulces, fumar cigarrillos, o sentarse todo el día sin hacer nada, inevitablemente tratará de volver, a ver si todavía hay un lugar para él en nuestros corazones. En lugar de resistir estos pensamientos, juzgarnos por tenerlos o peor aún, castigarnos por ceder ante ellos, sólo estamos llamados a aceptarlos y luego amarlos.
Incluso si nos damos por vencidos y nos encontramos volviendo a los viejos hábitos, si nos tratamos con más perdón y amor durante estos tiempos en lugar de sentirnos avergonzados de nosotros mismos, notaremos que con el tiempo estos pensamientos no aparecen en nuestras mentes con tanta frecuencia.
A medida que nuestra vibración se eleva, lo que logramos aceptando y amándonos a nosotros mismos de forma incondicional, las acciones que realicemos desde esta vibración más elevada, serán naturalmente aquellas que se basan más en lo saludable y productivo.
El cambio nunca es fácil, pero si siempre hacemos del amor propio la prioridad número uno en nuestra vida, encontraremos que naturalmente comenzamos a hacer cosas, y tomar decisiones de las que podemos estar orgullosos.
Y aunque no está mal querer ser una mejor persona para otras personas, lo único que nos dará resultados y que nos acompañarán con el tiempo es el amor propio y la alegría.
Cuando el deber y la obligación cambian a la alegría y al amor, el mundo comienza a sentirse de nuevo como un lugar divertido, uno que siempre nos desafía a ser una mejor versión de lo que éramos antes, y estamos ahí, listos para enfrentar el desafío de frente.
Así que, vamos juntos a transformar nuestra energía y a lograr en nosotros, los cambios para disfrutar de nuestra existencia con más alegría!
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