Para empezar a sanar, es necesario devolver todo el mal que te causaron…pero esta devolución se debe realizar en la misma intensidad, pero en forma de AMOR. Cierra este ciclo de maldad con cariño y amor. Respira profundamente cuando sea necesario, y si el alma te duele, puedes llorar, no hay problema con eso.
Hay personas que se cruzan en nuestro camino para añadir luz a cada uno de nuestros pasos, y están los que nos enseñan a no ser como ellos.
Cuando te corresponda a ti, cruzarte en el camino de los demás, opta por ser como los primeros…contribuye en añadir luz a la vida de los demás. Quizá represente mucho más trabajo, sin embargo, también es mucho más gratificante.
Tu inmensa capacidad de amar, sería más que suficiente para sanar todas las heridas del universo entero.
Cómo devolver todo el mal que te causaron, desde el amor:
A veces, sufrimos decepciones tan grandes que nos provoca no volver a salir de nuestra habitación. Es como si el universo nos contemplara inerte. Mientras agonizamos interiormente al sentir el duro impacto de la profunda herida causada. Y un impulso crece en nosotros… devolver todo el mal.
Y no es fácil despertar todos los días para convivir socialmente como si nada estuviera sucediendo. Pero, después de todo, eso es lo que hacemos. Y también lo que debemos hacer. Si dejamos que nuestro dolor asuma el rol de cuidar de nosotros, nunca volveríamos a ver la luz del sol… y traería la oscuridad a todas las áreas que hay dentro y fuera de nuestras vidas.
Las decepciones siempre vienen de quien menos esperamos, y eso es así realmente, no es una broma utilizada como publicidad en las redes sociales.
Cuando amamos a alguien esperamos mucho de esa persona, sea este amor carnal, familiar o de amigo. ¡Es inevitable!. Tú depositas tus momentos, risas, sonrisas y confesiones en alguien, y automáticamente esperas que la retribución sea al menos de fidelidad.
Es por eso que ocurre la decepción; tú has proyectado en aquella persona sólo cosas buenas, y cuando descubres que ella ha optado por un camino diferente, tu corazón sangra. El dolor de la frustración te arranca el suelo, con la misma violencia que la bala de un revólver traspasa la piel y la carne de su blanco.
Se necesita mucho tiempo, para absorber por completo el daño causado en el alma de una persona afectada por el dolor de la traición, independientemente de cómo ha sucedido.
♦ Devolviendo desde el amor, todo el daño recibido.
Pero hoy, estoy aquí porque es muy importante para mí, decirte que necesitas devolver todo lo que te han hecho. Sin embargo, esa devolución debe suceder de manera totalmente opuesta al daño que te causaron.
Tú puedes devolver el mal con mal. Sin lugar a dudas puedes. Pero entre nosotros, más allá del sentimiento de venganza que no dura más que 5 minutos, ¿qué te añadirá?
La vida está formada por ciclos, y cuando un ciclo difícil te alcanza, te corresponde la elección entre darle continuidad o llevarlo a su fin.
Si optas por darle continuidad, alimentarás sentimientos de mal, situaciones incómodas y mucha falta de paz interior. En la búsqueda de una venganza que nunca te parecerá suficiente.
Muchas veces nos permitimos llenar nuestro corazón con lo peor, y quedamos lo suficientemente ciegos. Sin lograr percibir que ese momento desesperante que nos causó frustración, se quedó atrás. Ya pasaron los días, meses e incluso años.
Es decir, eso ya no hace más parte de tu vida. Fue sólo un capítulo difícil, pero no es una historia totalmente mala.
Luego, te decides a cerrar el capítulo, y dejas detrás de ti el vacío, el miedo, la tristeza, el odio y todo lo demás. Y en ese mismo momento, el universo automáticamente se hace cargo de colocar frente a ti un nuevo ciclo.
Un ciclo lleno de oportunidades, personas y lugares diferentes que te traerán una alegría mucho mayor que la que sentías en los días anteriores.
Por supuesto, nada pasa de la noche a la mañana, por lo que siempre debemos recordar que perdonar es un proceso diario. Un cambio interior que implica pensamientos y sentimientos.
♦ Aprovechar lo aprendido para ayudar a los demás:
Soltar la mano del pasado es muy difícil, sin embargo, sujetar la mano del presente y el futuro es liberador. Para ello es necesario devolver todo el mal que te causaron en la misma intensidad, pero en forma de amor. Tal vez no pueda ser en la vida de la misma persona que te hirió, pero devuelve, aunque sea en la vida de otra persona.
Utiliza tu historia para dar buenos consejos a quienes necesitan amparo. Sé el hombro amigo que tú mismo no tuviste para llorar.
Extiende la mano a quien cayó en el agujero. Yo sé que tú necesitaste salir de allí solo, así que te invito. No permitas que alguien más tenga que caer la misma cantidad de veces que tú caíste.
Ofrece las palabras de consuelo que tanto quisiste oír, pero que nunca vinieron, y quizá lo que hicieron fue lanzarte piedras que aumentaron aun más tu sufrimiento. Sin embargo, así sea al responsable que lanzó las piedras, dale tú una flor.
Lanza flores para traer a la vida toda la belleza posible a los días grises.
Llena de flores la vida de aquellos que aun no han entendido, de los que están pasando por el proceso de aceptación de lo que están experimentando.
♦ Cerrando ciclos negativos desde el amor:
Cierra este ciclo de maldad con cariño y con mucho amor. Respira profundamente cuando lo consideres necesario, y si es el caso que a tu alma aun duele, puedes llorar. Date permiso para exteriorizar todo el dolor. Déjalo salir. Haz que tus ojos sean la puerta de salida de tanto sufrimiento. Y que tu llanto sea el río caudaloso que saca ese sufrimiento fuera de ti.
Sólo recuerda, no te permitas ser oscuridad en la vida de los demás, así como alguien un día lo fue en la tuya.
- Se la cuerda que evita que alguien más caiga en el pozo, y no la mano que empuja hacia el.
- Sé la luna que ilumina el cielo y no la tempestad que encubre las estrellas.
- El faro que guía hasta la playa y no el mar agitado que asusta al tripulante.
- La lámpara que ilumina la sala de estar y no el apagón que asusta a toda una vecindad.
Utiliza tu tiempo para llenar vacíos en lugar de contribuir a ellos. Lo que te hicieron fue visto por Dios y por todo el universo, y la recompensa de cada uno viene a su debido tiempo. Por lo tanto, planta girasoles en lugar de espinas, y te aseguro que tendrás más allá de hermosas flores. Serán tuyos el paisaje, un jardín, pájaros y mariposas para cosechar cuando menos lo esperes.
Si la vida te da limones, aprende a hacer limonada, condimenta una ensalada, añade al refresco. Pero no los exprimas en los ojos de los demás, ni en los tuyos.
Aunque no lo puedas creer. A pesar de lo agrio y ácido, el limón puede traer infinidad de dulzura y mucho sabor a tus días, pero todo depende de la utilidad que tú le des.
Así que, no lo olvides y tenlo siempre presente…Es necesario devolver todo el mal que te hagan en la misma intensidad, pero en forma de amor!
Te invito a conocer cómo un adiós también puede ser dado con amor y gratitud!