Muchas veces me pasaba que, a pesar de practicar de manera consciente el pensamiento y las afirmaciones positivas, encontraba que algunas cosas no terminaban de salir bien. En esos momentos despertaba en mí la angustia, la incertidumbre y una creciente falta de confianza en mí, que contradecía mis intenciones de procurarme una vida de tranquilidad y paz.
Sin embargo, al persistir en mis intenciones y continuar creando pensamientos positivos, de agradecimiento a la creación y de auto valoración, la calma volvía a mí con especial intensidad, haciéndome comprender que El Pensamiento Positivo requiere también de una pequeña dosis de Fe.
Los seres humanos necesitamos creer para poder crear. Requerimos de la confianza en nosotros mismos así como en esa fuerza superior que sabemos que existe, que siempre está allí a nuestra disposición y que llamamos DIOS, Naturaleza, Padre, Creación, y muchas otras formas más, todas válidas para conectarnos con nuestro poder de crear.
La confianza en nosotros mismos es muy necesaria para crearnos una vida placentera, donde reinen la calma y la serenidad.
Las Preocupaciones y Nuestra Búsqueda de Tranquilidad:
Vivimos obstinados en nuestra necesidad de controlar todo en nuestro entorno, y esa carga nos llena de ansiedad y nos crea razones para vivir preocupados, pero una vez que logramos entender que nuestro poder para crear armonía en nuestras vidas proviene de una actitud positiva sumada a un granito de Fe, inicia un camino más seguro y confiado donde todas las cosas están en su lugar.
Ahora es más fácil lidiar con nuestras angustias y preocupaciones sobre situaciones que están fuera de nuestro control, y nace en nuestra consciencia la importancia de aceptar lo que no podemos cambiar.
Al traer a nuestra consciencia todas las cargas que nos hemos impuesto, nos damos cuenta que muchas de ellas ni siquiera nos pertenecen, pues su solución o no, simplemente no depende de nosotros, sino que forma parte de las experiencias que necesitamos vivir para aprender y evolucionar.
Una vez que reconocemos cuales situaciones están fuera de nuestro control y cuales sí están en nuestras manos, podemos comenzar a poner orden en nuestro entorno, evaluando y clasificando cada situación y su importancia, dando solución a cada una desde el amor, la comprensión y la Fe.
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Procurando siempre que en nuestro interior crezca la sensación de tranquilidad, ya que en la medida que logramos armonía en nuestro interior, sabremos que lo estamos haciendo bien.
Seguramente habrá situaciones cuya solución requiere de mayor tiempo y mucha paciencia, y está bien aceptarlo con la mejor actitud posible, ya que el pensamiento positivo estimula la actitud positiva y ésta, junto a la Fe y el optimismo, pueden construir soluciones donde anteriormente sólo había desolación y tristeza.
Nuestro Poder Para Crear Armonía:
El nivel de responsabilidad con que asumimos nuestros actos es de suma importancia, ya que nos permite evaluar cada acción que emprendemos y tomar en consideración las consecuencias que traerá a nuestras vidas, llevándonos a aceptar que cada situación que se nos presenta es el fruto de los actos que hemos realizado.
Existe dentro de cada uno de nosotros el poder para crear armonía en nuestro interior, basado principalmente en la forma cómo asumimos nuestra vida y las cosas que nos pasan.
Podemos decaer en nuestro esfuerzo una y otra vez, sin embargo levantarnos y persistir hará la diferencia, al irnos arraigando poco a poco en esta nueva práctica, con la claridad que sus beneficios nos aportaran una vida más placentera y con resultados a corto, mediano y largo plazo.
Este razonamiento nos lleva a elegir cuidadosamente la forma en que actuamos, sopesando sus consecuencias, sabremos si está bien o no llevarlo a cabo, y en ese momento estaremos ejerciendo nuestro poder de crearnos una vida armoniosa.
Cuando entendemos que todo lo que nos pasa es la consecuencia de nuestros propios actos, comprendemos que no hace falta buscar culpables, sino soluciones que nos ayuden a resolver.
Actuar de forma consciente, teniendo claridad sobre las consecuencias que traerán nuestras acciones, y decidiendo con responsabilidad realizar acciones positivas, que nos traerán consecuencias positivas para nuestras vidas, eligiendo siempre actuar para bien, lograremos aumentar nuestra confianza en nosotros mismos, y en nuestra capacidad creadora de bienestar.
Reforzando Nuestro Poder Creador:
Mantener y reforzar nuestra Fe, y abrazarnos a ella en busca de comprensión y aceptación de lo que nos pasa, nos ayuda a mantener una actitud 100% positiva ante la vida, y nos brinda la confianza suficiente en nosotros mismos para creer que sí podemos, que sí lo lograremos, que sí está en nuestras manos y que todo está bien.
Nuestra creencia en esa fuerza superior que está a nuestra disposición y que nos define como personas de Fe, juega un papel crucial para lograr ejercer con fuerza nuestro poder creador.
A ese nivel ya podemos reconocer en nuestro interior lo que nos beneficia y lo que nos perjudica. Y nuestro corazón participa de ello, ya que dependiendo de la elección que hagamos, nuestro cuerpo experimentará bienestar o malestar.
Nuestra consciencia se alinea con nuestro nivel de Fe, y ahora nuestras acciones positivas surgen de forma natural, ya no hay que realizar ningún análisis minucioso para determinar si está bien o no, ya ser positivos es nuestra naturaleza.
Cuando elegimos mal, nuestra mente lo sabe, nuestro corazón lo sabe y nuestro cuerpo refleja malestar. Cuando elegimos bien nuestro cuerpo refleja Tranquilidad y paz.
A estas alturas nuestro poder creador está a nuestra disposición las 24 horas del día, ya que incluso durante el descanso – sueño, nuestro inconsciente trabaja en el equilibrio de nuestra salud física y nuestra paz mental.
Como Ayudar a Otros a Beneficiarse de Su Poder Creador:
Ayudar a otras personas a lograr la tranquilidad y la paz que hemos logrado nosotros a través del pensamiento positivo y la Fe, se convierte en un impulso que en la mayoría de los casos debemos aprender a controlar.
No todas las personas quieren ser ayudadas, y todas necesitan de sus propias experiencias para aprender y evolucionar.
Este tema se nos presenta como un reto, ya que al principio queremos aportar a todos los que, según nosotros, requieren de nuestra ayuda para seguir adelante, sin embargo con el transcurso de los acontecimientos, nos damos cuenta quién en verdad está abierto a recibir nuestra ayuda.
En adelante, nuestra actitud positiva y nuestra Fe se encargaran de guiarnos hacia esas personas que requieren de un empujoncito, que sí las hay ciertamente, pero no es a todos los que por sus vivencias parecieran necesitarlo, ya que debemos estar conscientes que todos hemos sembrado y todos estamos recogiendo nuestra cosecha, la cual puede ser buena o mala, según las decisiones que hemos tomado.
Ayudarnos mutuamente es la perfección, dar lo mejor de nosotros mismos a todas las personas con las que interactuamos, independientemente de la actitud con que estén enfrentando la vida, sus acciones y sus consecuencias, y sembrar en cada corazón una semilla de esperanza es lo mejor que podemos hacer.
Confiar en el proceso de la vida y saber que desde nuestra tranquilidad, con nuestras acciones y nuestras propias vivencias, podemos contribuir a mejorar nuestra calidad de vida y nuestro entorno, envolviendo con amor a las personas que nos rodean y haciéndolos participes del bienestar y armonía que seamos capaces de crear.
Así, confiados, seguros de nosotros mismos, haciéndonos responsables absolutos de nuestras acciones y sus consecuencias, y cultivando el pensamiento positivo y la Fe, caminemos con la mente sumergida en la tranquilidad y el corazón en paz.
Si quieres saber más sobre este tema te invito a leer El Pensamiento Positivo y Su Influencia En Nuestro Bienestar Personal
