Todos deseamos la Paz Mundial, pero ¿tenemos paz interior? En la cotidianidad nos ocurren situaciones que amenazan diariamente nuestra paz interior, sin embargo, existen técnicas, herramientas y otras formas válidas de crecer en éste tema.
Mantener nuestra paz interior, a pesar del caos externo, es una condición intrínseca del ser humano que vive desde un nivel de consciencia elevado, en el momento presente.
Las circunstancias externas, el pasado y el futuro, definitivamente no tienen poder sobre tu paz interior, más que el que tú mismo le puedas dar.
La paz mundial no puede suceder hasta que tengamos paz interior
Conoce más sobre tu paz interior para lograr la paz mundial
Muchos se preguntarán si es acaso posible tener o conservar la paz interior cuando se viven experiencias tales como:
- ¿Alguien en la carretera se atraviesa delante de tu coche?
- ¿Tu jefe te sigue dando más trabajo con plazos más cortos?
- ¿Cuando tu pareja se equivoca?
- ¿Cuándo tus suegros insisten en que todo se haga a su manera?
- ¿Tu hijo hace una rabieta en público?
- ¿Cuando tu vecino da una fiesta ruidosa (y ni siquiera estás invitado)?
Si ni siquiera podemos manejar nuestras emociones en la vida diaria, ¿cómo podemos esperar que las personas que han sido brutalmente desfavorecidas, que viven en zonas de guerra, en la pobreza extrema, o que han sido las más afectadas por los desastres provocados por el hombre, simplemente se den la vuelta un día y digan que “SÍ”?
Mientras los individuos y los líderes que nos representan sientan odio, celos y venganza, no tendremos paz mundial. Esto significa que tú y yo somos parte de esta ecuación. Si te aferras a rencores, quejas y celos, te robarás la paz interior.
Sin paz interior, no estarás en paz con los demás. Se convierte en un ciclo de negatividad tanto en lo micro (tus pensamientos y sentimientos) como en lo macro (el escenario mundial) y en cada nivel de conexión humana en el medio.
En medio del caos mundial, tu paz interior es la luz que disipará la obscuridad.
¿Significa esto que debemos dejar de donar o servir a organizaciones que apoyan la paz mundial o votar por políticos comprometidos con el proceso de paz hasta que podamos mantener nuestros hábitos Zen?
Apoyar estos esfuerzos externos por la Paz Mundial es parte de la ecuación. El punto aquí es que se necesita más que un esfuerzo exterior para lograr la paz mundial. Trabajar exteriormente por la paz mundial y perfeccionar su propia paz interior van de la mano.
Cómo desarrollar la paz interior
La meditación es una práctica para la mente y el corazón que lleva a una mayor libertad mental y emocional.
Encuentra un lugar tranquilo donde puedas meditar, y asegúrate de que el lugar escogido esté siempre limpio y ordenado, con el menor ruido posible (el ruido exterior no es un problema para la meditación, pero al inicio es más complicado para la concentración).
Asegúrate de meditar preferentemente a la misma hora, aunque tampoco es obligatorio, si lo haces a la misma hora será más simple crear un habito. Por lo general el momento ideal para la meditación es temprano por la porque tu mente está más descansada y es mucho más sencillo, además de esta manera, se puede meditar sin tantas interrupciones.
En la meditación encontramos el refugio perfecto para canalizar nuestra paz interior.
Hay varias posiciones para entrar en el estado correcto. La mejor para empezar es sentarse en una silla con la columna recta y en una posición cómoda, luego está la clásica posición de loto o semi-loto sentado en el piso, en una almohada cómodamente con las piernas cruzadas o incluso se puede meditar en la posición de acostarse boca arriba.
Puedes comenzar a meditar cerrando los ojos. Concéntrate en tu respiración inhalando lentamente por la nariz, y soltando el aire tranquilamente también por la nariz, apenas observando el aire saliendo y entrando, sin forzar la respiración. Es recomendable hacer esto durante unos 20 minutos, pero es mejor hacer solo 5 minutos e ir añadiendo diariamente algo más, como te vayas sintiendo más cómodo.
Mientras realizamos la meditación, la mente se encuentra atenta a cada inhalación y a cada exhalación, sin realizar mayor esfuerzo, si hacemos bien el ejercicio nuestra mente entrará en un estado de calma relajado y natural, al que podemos llamar estado meditativo.
Esta meditación en particular ayuda a mejorar la atención y foco, y facilita el tener una mente cada vez más clara, tranquila y obediente con lo que también será más sencillo resolver los diversos asuntos que surgen en el día a día.
La práctica meditativa trae paz a la mente, calma al cuerpo y libertad al espíritu.
Es posible que en esta práctica meditativa tu mente se desvíe con cualquier otro pensamiento. Cuando esto suceda tu solo debes observar el pensamiento sin involucrarte con él. Tal como si vieras pasar una nube en el cielo, solo observa como el pensamiento dentro de la nube cruza por el cielo de tu mente sin alterar tu estado.
El amor hace girar al mundo y el amor puede traernos la paz mundial. A medida que tu paz interior crezca, las personas que te rodean se beneficiarán y se sentirán inspiradas por ti. Tu ejemplo, no tus advertencias, es el mejor motivador. Cuando tengas una paz interior inquebrantable, otros querrán lo que tú tienes.
Anima a otros a unirse a ti en tu misión de alcanzar la paz interior. Piensa en cómo tus decisiones te afectan a ti y a otras personas. A nivel político, piensa en cómo las políticas podrían afectarte a ti y a otros. Acepta a las personas que no son como tú y apoya políticas que sean inclusivas para todos los pueblos.
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