Tómate un momento para mirar la pantalla de tu portátil o teléfono ahora mismo. ¿Cuántas pestañas tienes abiertas? ¿Cuántas ventanas? ¿Cuántas aplicaciones o programas activos y en ejecución?, La sobreestimulación a que estamos sometiendo nuestros sentidos afecta nuestra salud, y aquí te decimos cómo podemos curarnos.
Parece ser una insignia de honor en estos días anunciar que tu puedes navegar de forma coherente por veinte o más pestañas abiertas a la vez. Cuanto más podamos enfrentarnos y hacer malabares, mejor, ¿verdad?
Pero la realidad de nuestra sociedad moderna es: Estamos sufriendo de sobreestimulación de una manera muy intensa.
¿Qué es la sobreestimulación? ¿Cómo afecta nuestras vidas? Y quizás lo más importante de todo: ¿cómo lo superamos?
Lo que la sobreestimulación le hace a nuestro cerebro:
En primer lugar, echemos un vistazo a lo que es realmente la sobreestimulación. La sobre estimulación es una sobrecarga fisiológica y psicológica. Es una sobrecarga activa de los sentidos, que afecta tanto al cuerpo físico como al mental.
Cuando estamos sobre estimulados, estamos alimentando al cuerpo y al cerebro con más información de la que puede procesar activamente. La sobre-estimulación también puede presentarse en una variedad de formas.
Puede ser puramente sensorial, como cuando vamos a un concierto de rock y nos deslumbran las luces y el sonido. O también puede tener un componente psicológico, como cuando estamos sobrecargados de trabajo y pasamos demasiadas horas frente a una pantalla.
La ciencia detrás de la sobreestimulación:
John Gray, consejero de relaciones, conferencista, tiene muchas ideas sobre la ciencia que hay detrás de la sobreestimulación.
Cuando se observa la evidencia neurocientífica de la sobrecarga sensorial, uno comienza a darse cuenta de que la sobreestimulación no es sólo un problema para nuestra sociedad moderna, es una enfermedad.
Nuestro mundo, tras la Revolución Digital, se ha integrado tanto con la tecnología digital que la sobreestimulación se ha convertido en la norma. Y esto son malas noticias, porque esta constante sobrecarga de los sentidos realmente no es saludable para nosotros.
Además de la tensión que ponemos en nuestros sentidos, también nos permitimos involuntariamente convertirnos en adictos a la sobreestimulación.
John Gray discute la manera en que la sobreestimulación crea exceso de dopamina en el cerebro. La dopamina es el neurotransmisor ligado a los centros de recompensa y placer del cerebro, así que cuando tenemos exceso de dopamina en nuestros circuitos, nos sentimos bastante bien.
El problema con tanto exceso de dopamina es que con el paso del tiempo, nuestros receptores de dopamina se vuelven menos sensibles al flujo y reflujo natural de nuestras hormonas. Esto significa que necesitamos estímulos mayores y más poderosos para liberar la dopamina que tanto anhelamos.¿Ves cómo se activa el factor adicción?…
Cuanto más tenemos, más necesitamos. Es un círculo vicioso e interminable que pone a todo nuestro sistema fuera de control.
Síntomas más comunes de sobreestimulación a tener en cuenta:
El primer paso en la lucha contra el bombardeo de la sobreestimulación en nuestras vidas es ser conscientes de los signos y síntomas más reveladores:
- Morderse las uñas
- Incapacidad para sentarse quieto
- Pensamientos acelerados
- Insomnio
- Antojos de azúcar
- Dolores de cabeza
- Dolor digestivo
- Tensión ocular
- Palpitaciones cardíacas
- Sensación de mareo
Principales causas de sobreestimulación:
La sobreestimulación puede venir en una variedad de formas, pero manténte atento a cualquier cosa que ponga a prueba tus sentidos, principalmente las pantallas y medios digitales.
La causa principal de la sobreestimulación en nuestras vidas hoy en día son las pantallas.
Piensa en cualquier forma de pantalla con la que te enfrentes día a día. Nómbralo, y es probable que contribuya a tu sobreestimulación: televisores, computadoras portátiles, teléfonos, tabletas, carteleras digitales, y la lista continúa.
Si se trata de una pantalla digital, estás poniendo a prueba tus sentidos, y necesitamos ser conscientes de cuánto estamos exponiendo nuestras mentes y cuerpos a estas tecnologías.
Por qué el TDAH en los niños de hoy está en aumento:
En la década de 1980, 1 de cada 20 niños fue diagnosticado con TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad). Hoy ese número ha aumentado a 1 de cada 9. Los expertos sugieren que una serie de factores han elevado el pico dramático. Esto gracias a herramientas de diagnóstico más refinadas para los psiquiatras, una disminución de los tabúes que rodean a los trastornos del comportamiento y una mayor defensa del paciente.
Pero no podemos ignorar el deslumbrante cambio social que nos mira a la cara: en estos días, los niños pasan mucho más tiempo sentados frente a las pantallas que jugando afuera.
Los mismos desequilibrios neuroquímicos que animan a los adultos a volverse «adictos» a la sobreestimulación son los mismos desequilibrios que afectan a los niños. Cuanto más dependientes se vuelven los niños de la estimulación artificial, menos interesados están en la estimulación orgánica, de humano a humano.
Cómo mantenerse enfocado (Solución para la sobreestimulación):
¿Cómo superamos la sobreestimulación y nos mantenemos enfocados en un mundo de integración tecnológica cada vez mayor?
Tenemos que ser conscientes de la cantidad de tiempo que pasamos frente a las pantallas. Cuanto más conscientes seamos, mejor preparados estaremos para combatir la sobrecarga sensorial.
Uno de los métodos que se sugiere para equilibrar el tiempo que pasamos frente a una pantalla se centra en designar «tiempo sin pantalla«.
La segunda sugerencia para desenchufarnos mentalmente es por medio de la meditación. Esto puede servir fácilmente como tu «tiempo sin pantalla», con el beneficio adicional de restablecer el equilibrio de tus neuroquímicos.
La meditación repetida produce el neurotransmisor serotonina. La serotonina regula nuestro estado de ánimo, alivia la ansiedad y combate la depresión. Es una fuente de energía de un neuroquímico y es algo que todos podríamos usar un poco más en nuestras vidas.
La serotonina es un químico que estimula el estado de ánimo, y en realidad repara y restablece los sitios receptores de dopamina en el cerebro. Piensa en ello como un botón de reinicio para tus sentidos agotados.
La serotonina puede ayudar a calmar los receptores de dopamina agitados y sobre estimulados, y disminuir su dependencia de estímulos externos para las sensaciones de recompensa y placer que proporciona la dopamina.
No necesitas mucho para meditar! Sólo unos minutos al día en una habitación tranquila. Puedes meditar de pie, sentado o incluso acostado en el suelo. Si eres nuevo en la meditación, prueba con una o dos meditaciones guiadas para poner las cosas en marcha.
Meditación para combatir la sobreestimulación:
Si te sientes seguro meditando sin guía, prueba esta práctica de atención plena que se enfoca en la respiración. Con sólo cinco minutos al día, puedes cambiar dramáticamente tu conciencia y aumentar tu habilidad para mantenerte enfocado:
1. Encuentra una posición cómoda para sentarte o recostarte.
2. Pon un temporizador en tu reloj o teléfono durante cinco minutos.
3. Cierra los ojos y pon las manos a descansar a un lado o de rodillas.
4. Respira por la nariz.
5. Exhala por la boca.
6. Continúa respirando y concéntrate en la forma en que el aire se siente al entrar por la nariz y salir por la boca.
7. No controles la respiración de ninguna manera. Simplemente observa las sensaciones físicas que acompañan cada respiración.
Este simple ejercicio de atención plena puede servir como una herramienta poderosa para combatir la sobreestimulación.
En definitiva, la exposición constante a medios tecnológicos que sobrecargan nuestros sentidos, afectan nuestra salud seriamente. Este conocimiento nos permite tomar los correctivos necesarios a temprana edad para corregir los efectos de la sobreestimulación, y evitar daños mayores que pueden desmejorar en mucho nuestra calidad de vida, y pueden mermar nuestro sagrado bienestar, por lo que seguir estas recomendaciones se hace muy necesario.
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