¿Alguna vez has pensado en lo que realmente es el dolor? La sensación real de dolor proviene de las terminaciones nerviosas en nuestros cuerpos, que envían señales al cerebro, alertándolo de un trauma.
Seguramente te has quemado alguna vez…Y tener la capacidad de sentir el dolor de quemarse hace que tu cerebro fuerce a tu cuerpo a reaccionar ¡rápido!, y a alejarte de la situación o fuente que lo provoca. El dolor, entonces, es sólo una señal de que algo anda mal y que la situación necesita ser corregida.
Cuando nos concentramos en la meditación, alejamos la atención del dolor, y alejar la atención lo hace menos intenso.
Meditación guiada para apagar el dolor:
Pero, ¿qué sucede cuando el dolor persiste o es inmanejable? Nuestra capacidad de sentir dolor, es uno de los mejores mecanismos de defensa del cuerpo, porque nos enseña a no hacer cosas que dañan el cuerpo.
Cuando te has lesionado, sientes dolor, pero después de un tiempo, tu cerebro registra el proceso de curación, y el dolor se vuelve más manejable y más fácil de ignorar.
Sin embargo, en ciertos casos, la molestia no se puede controlar tan fácilmente. Afecciones crónicas como la fibromialgia y la artritis pueden causar molestia persistente, produciendo el continuo disparo de mensajes entre las terminaciones nerviosas y el cerebro.
La meditación puede proporcionar la disciplina adicional necesaria para controlar el dolor crónico.
La investigación ha encontrado, que la meditación puede cambiar la forma en que sentimos el dolor físico. La meditación también te ayuda a mejorar tu mentalidad para que la sanación se acelere.
Puedes usar la meditación para disciplinar tu cerebro y tu cuerpo, para apagar los relés de mensajes que causan dolor, usando lo que se llama la Teoría del Control de la Puerta.
Teoría del control de la puerta:
La idea de que las señales de dolor de las terminaciones nerviosas son bloqueadas por una «puerta» en la médula espinal, para inhibir el dolor, impide que estas señales alcancen niveles más altos en el sistema nervioso central.
- La médula espinal sirve como mensajero o «autopista de la información».
- Los mensajes del cuerpo se envían por la médula espinal al cerebro y viceversa.
Cuando se envían señales de dolor al cerebro, las sinapsis en la médula espinal bloquean los mensajes, o permiten que pasen a través de ellos, en base a lo que se considera inmediatamente importante. La «puerta» se abre para dejar pasar ciertos mensajes, o se cierra para evitar que éstos lleguen al cerebro. Esta es una forma de priorizar la información entrante.
El cerebro no se sobrecarga con mensajes del cuerpo de una sola vez, y puede tratar con las necesidades inmediatas del cuerpo en mejor orden.
Nuestro cerebro prioriza aquello en lo que fijamos nuestra atención, quita atención al dolor y nota cómo éste disminuye de forma notable.
Uso del control de la puerta para controlar los dolores:
La esencia de la teoría del control de la puerta es que si tú quitas tu atención de tu dolor, la transferencia de señales de dolor, desde el sitio de tu lesión al cerebro, se ralentiza o se detiene, disipando así efectivamente tu percepción de ese dolor.
Lo contrario también es cierto: mientras más atención se le dé al dolor, más el cerebro registrará los mensajes entrantes como importantes, y más se intensificará el dolor.
Esto significa que si tú puedes tener la disciplina mental para apartar tu atención del dolor y dirigirla a otra parte, tu percepción del dolor disminuirá. La lesión sigue ahí, pero se vuelve menos «inmediatamente importante» en el cerebro.
Esto sirve para disminuir la respuesta al estrés, lo que significa que el sistema nervioso simpático puede relajarse, y el sistema nervioso parasimpático puede comenzar el proceso de curación.
Esta filosofía está detrás del método Lamaze utilizado en el parto: al distraer la atención de la madre hacia ejercicios de respiración específicos, su percepción del dolor disminuye y es más capaz de concentrarse en el empuje.
La meditación sirve como una manera de enfocar la mente lejos del dolor, y enfocarse en la salud perfecta o simplemente distraerse con otro tema. Lo más importante es que la meditación detiene la respuesta al estrés que lo intensifica.
Factores comunes que abren la puerta al dolor:
La respuesta al estrés incluye estos factores comunes que abren la «puerta» del sistema nervioso central e intensifican los dolores.
- Pensamientos negativos
- Ansiedad
- Miedo
- Depresión
- Memoria del dolor
- Crisis de la situación de la vida
- Estrés no relacionado
La meditación te ayuda a lidiar con estas energías negativas que intensifican los dolores.
El cerebro se distrae más fácilmente, cuando empujas tu mente en una tarea mentalmente exigente. Para pasar por todos los pasos necesarios para completar una tarea, el cerebro debe concentrarse únicamente en ella, y archivará todas las demás señales neuronales para ser tratadas más tarde…. o no hacerlo en absoluto.
Lo negativo siempre atrae lo negativo, incluido el dolor, piensa bonito, piensa positivo, concentra tu energía en situaciones positivas para ti, que ocupen tu cerebro, para así impedir que tu cuerpo reaccione al dolor intenso frente a una lesión.
Probablemente has escuchado a personas que se aconsejan entre sí para «mantenerse ocupados», siempre que estén en una situación de confusión emocional, como después de una ruptura, u otra crisis personal. Esta es la misma teoría, excepto que en lugar de bloquear los dolores emocionales, bloqueas los dolores físicos.
Pasos para aplicar la técnica de control del dolor:
- Ponte los auriculares y escucha música para meditar, que te estimule mentalmente, para que tu mente tenga algo que la distraiga (la meditación te relajará).
- Ponte cómodo. Si estás meditando para lidiar con tu dolor crónico o dolor intenso de una lesión, asegúrate de emplear una postura que no provoque más dolor. No podrás enfocarte de esta manera.
- Acostarse o sentarse en una silla, puede ser la opción más viable (no sientas que necesitas estar en posición de Loto por completo, para que la meditación sea efectiva).
- Una vez que te sientas cómodo, concéntrate en tu respiración. Inhala por la nariz y exhala por la boca.
- Cuenta tus respiraciones, si eso te ayuda a concentrarte en ellas; o puedes hacerte respirar al ritmo de la música. Concéntrate en la desaceleración de tu ritmo cardíaco y en la relajación de tus músculos.
- Una vez que hayas alcanzado un estado de tranquilidad y relajación física, es posible que te des cuenta de que, tu dolor ya se ha aliviado con sólo relajar tu cuerpo.
- Si tu dolor persiste, utiliza cualquier cantidad de ejercicios mentales para distraerte: por ejemplo, contar de 100 a 1 de tres hacia atrás. No es tan fácil! O puedes intentar nombrar a todas las personas que conoces, e incluso enviarles mentalmente la misma energía curativa que estás creando dentro de ti mismo.
El dolor está «en tu cabeza» y puedes darle tanta o tan poca atención como quieras! Así que vamos, ánimo que si puedes, utiliza tu poder creativo y libérate. Que las bendiciones sean en ti, para tu bienestar y tranquilidad.
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