Recupera el poder sobre tu vida porque te pertenece. El control sobre lo que piensas, dices y haces en tu vida, es sólo tuyo. Sin embargo muchas veces actuamos con la idea consciente o no, de complacer a los demás. Reaccionamos de forma emocional ante una crítica, un rechazo, y estamos convencidos de que nuestro bienestar depende de la opinión que los demás tienen de nosotros.
Regalar tu poder agota tu fuerza mental. Ciertamente, cuando permites que en tu vida influyan las opiniones, acciones y creencias ajenas, sencillamente estás donando tu fuerza mental, y tu energía vital a todas esas personas que, de alguna u otra forma, se relacionan contigo.
Tal vez dejas que el mal humor de tu compañero de trabajo arruine tu día. O tal vez dejas que la crítica de alguien dañe tu autoimagen.
Cada vez que permites que alguien tenga una influencia negativa sobre la forma en que piensas, sientes o te comportas, le das poder sobre tu vida, y esa persona te robará la fuerza mental que necesitas para alcanzar tu mayor potencial.
A veces, es obvio cuando renuncias a tu poder. Perder la calma y hacer algo que lamentas es un buen ejemplo. Pero también es posible renunciar a tu poder de maneras más sutiles.
Recupera el poder sobre tu vida:
Atenta con estás 10 señales de que lo estás perdiendo sin siquiera darte cuenta.
1. Te rindes a los sentimientos de culpa:
Si cambias tu comportamiento porque alguien tira de las cuerdas de tu corazón, le das ese poder individual sobre ti. Habla, sigue tu palabra y no te rindas incluso cuando alguien intente jugar con tus emociones.
Cuando se trata de los afectos, siempre es un poco difícil no ceder a la tentación de complacer a los demás, sobretodo cuando se trata de alguien tan cercano cómo la pareja. Y de hecho, es aquí donde se presenta el mayor conflicto emocional, sin embargo, puedes aprender a negociar.
Una autoestima saludable, empieza por elevar el amor propio. No orgullo, no soberbia, sólo amor.
Negociar se trata de que todas nuestras acciones conjuntas deben estar enmarcadas en un «ganar-ganar». Siempre que cedas ante algo, donde tú sientes que estas perdiendo, la vas a pasar mal.
El sentimiento de culpa se crea tanto por complacer a los demás por sobre tus propios deseos, así cómo por aferrarte a tus propios deseos, por encima de los deseos de los demás. Así que, aprende a negociar, es muy importante que ambas partes de la relación, sea cual sea, sientan que están ganando algo, y de esta manera no hay lugar para experimentar la culpa.
2. Permites que la opinión de otra persona sobre ti dicte tu autoestima:
A algunas personas no les gustarás y a otras no les gustarán tus elecciones. Sin embargo, no tienes que dejar que sus opiniones afecten cómo te sientes contigo misma. Sentirte mal contigo misma según lo que alguien dice, o cómo se siente esa persona acerca de ti, le otorga a esa persona demasiado poder sobre ti.
Recuerda que tus elecciones y tus decisiones y sus consecuencias, son sólo tu responsabilidad. Nadie mejor que tú puede sentenciar que es lo que tú necesitas para estar bien. Haz respetar tus acciones y decisiones, sin permitir que las influencias negativas te afecten. Hazlo y recupera el poder sobre tu vida.
3. No estableces límites saludables;
Tú decides a quién permitir en tu vida. Si te vuelves resentida con las personas que consumen demasiada de tu energía vital, es señal de que no estás estableciendo límites claros. Establece límites físicos, emocionales y financieros claros. Recuerda el en tu vida el poder lo tienes tú.
Cuidar de ti. Esa es tu principal responsabilidad. Una mente sana es garantía de una vida sana.
4. Te quejas de todo lo que tienes que hacer:
También puedes elegir qué hacer con tu tiempo. No estás obligado a ir a trabajar, ver al médico o asistir a una reunión familiar. Habrá consecuencias si no haces algunas de esas cosas, pero siguen siendo tus opciones.
5. Tienes rencores:
Tu rencor no disminuirá la vida de la otra persona, pero puede causar estragos en la tuya. Aferrarte a la ira del pasado le permite a la otra persona ocupar espacio en tu vida y robarte la energía. Eso no quiere decir que necesites sacar de tu vida toda la gente tóxica que existe, aunque deberías. Simplemente no desperdicies tus recursos mentales en ellos.
6. Cambias tus metas porque fuiste rechazada:
Renunciar después de haber sido rechazada, le otorga a la otra persona el poder de determinar lo que hará con tu vida. Si te pasaron por un ascenso o te rechazaron para un proyecto de colaboración, no te rindas. El hecho de que otras personas no reconozcan tu potencial no significa que no puedas tener éxito.
7. Te dispones a probar que alguien está equivocado:
Cuando alguien duda de ti, puede ser tentador intentar demostrar que está equivocado. Asegúrate de que tu propósito sea sobre tu deseo de tener éxito, no sobre convencer a la gente de que eres más valiosa que el crédito que te dieron.
En este punto lo que verdaderamente cuenta es tu opinión acerca de ti misma. Crea una valiosa visión sobre ti misma, fortalece tu autoestima y recupera el poder sobre tu vida.
Las emociones a veces nos llevan a ceder ante los deseos de los demás. Aprender a controlarlas no es sencillo, pero sí es posible a través de la auto-confianza.
8. Dejas que otras personas saquen lo peor de ti:
Te encontrarás con personas que tienen la capacidad de sacar lo peor de ti. Estas personas pueden provocar que digas cosas de las que te arrepientes, o te presionan para que hagas cosas que normalmente no harías. Mantente fiel a tus valores y niégate a dejar que otros ejerzan una influencia negativa sobre ti.
Parte de conocerte a ti misma, es saber sobre tus propios límites en relación a tus valores y principios. No los negocies por muy tentada que te sientas. Ellos son la base de tu propia confianza en ti. Ellos son lo que te permite sentirte segura contigo misma. Así que defiéndelos y recupera el poder sobre tu vida.
9. Inviertes tiempo en hablar sobre las personas que no te gustan:
Cada minuto que pasas pensando en alguien que no te gusta, o quejándote de alguien con quien no quieres estar, le dedicas 60 segundos más de tu vida a esa persona. Vivir al pendiente de personas negativas les permite tener poder sobre tu energía mental.
Ese tiempo valioso que podrías estar mal gastando en personas negativas, puede ser invertido en acciones positivas que te permitan crecer cada día más como ser humano consciente.
10. Trabajas duro para evitar las críticas:
Los comentarios de los demás pueden ser decisivos para ayudarte a ser mejor. Sin embargo, si valoras demasiado las aportaciones de otras personas, puedes evitar hacer cualquier cosa que pueda generar críticas. Es imposible vivir tu mejor vida cuando te centras en complacer a la gente.
En un plano más consciente, sabemos que la opinión de los demás, no es más que su opinión sobre ellos mismos. No hace falta engancharse por opiniones ajenas que en realidad nada tienen que ver contigo. Recupera el control sobre tu vida, sigue de largo y no mires atrás. Todos nos encontramos en el punto de tener el control, y en tu vida, el control es tuyo.
La comprensión hacia los procesos de vida ajenos, y la compasión que seamos capaces de experimentar ante dichos procesos, nos pueden ayudar a liberarnos de los controles que los demás ejercen sobre nosotros.
Cómo recuperar el poder sobre tu vida y tu ser:
Si notas que estás regalando tu poder, no estás sola. Todos lo hacen a veces. La buena noticia es que nunca es demasiado tarde para comenzar a tomar las acciones necesarias, que te lleven a proteger tu energía vital y tu energía mental. Recupera el poder sobre tu vida porque ya sabes que te pertenece.
Haz el compromiso contigo misma para convertirte en la conductora, en lugar del pasajero, en tu vida. Haz un esfuerzo consciente por mantener el control de cómo piensas, sientes y te comportas, y ayudarás a construir el músculo mental que necesitas para alcanzar tu mayor potencial.
Fija los límites necesarios que te permitan fortalecer tus valores y principios, así como el auto-respeto y la auto-valoración. No cedas en complacer a los demás. Recupera el poder sobre tu vida y sabe que tu verdadero potencial está en actuar, pensar, hablar y «ser» en función de ti misma. Apoya tus propias acciones y confía en tu capacidad para garantizarte un camino de éxitos y bienestar.
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