Éste artículo va dirigido con todo el cariño, a aquellas personas que suelen reaccionar con un profundo sentimiento de “ira”… La ira puede llegar a ser muy dañina, o puedes hacer que se convierta en tu aliada.
Es muy importante para ti, reconocer que tienes problemas con la “ira”. Es algo que debes admitir aunque quizá todavía no se encuentre tan fuera de control. Sin embargo ésta emoción se te presenta con mucha facilidad ante cualquier situación de conflicto.
La ira es una emoción negativa que afecta tu estado emocional, así como tus relaciones interpersonales.
Reconoce la ira que te embarga y conviértela en tu aliada:
La ira, así como la rabia, el enojo o la furia, representan la misma emoción. Ésta podría acompañarte durante toda la vida, y la expresarás a través de la irritación o el resentimiento.
Esto es como un ácido, que incluye el aumento de la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y los niveles de adrenalina. La ira trae muchas consecuencias físicas y mentales dañinas para ti.
Sé que por medio de la ira, has sentido desde una pequeña irritación hasta un inmenso odio. Tú, en el pasado, has perdido la calma infinidad de veces. Sé que has gritado tanto para exteriorizar tu enojo, que has provocado que tu corazón se acelere de forma desmedida. Te han temblado las manos debido al estallido y has hablando frenéticamente.
La ira es una emoción secundaría. Lo que motiva tu enfado se puede relacionar con tus emociones reprimidas, tal vez por una situación negativa que no has logrado resolver, y que te genera frustración.
Tus creencias también juegan un papel muy importante en tus reacciones, por lo que podrías reaccionar con ira ante el maltrato, si crees que ésta es la forma adecuada de reaccionar.
Tipos de respuestas ante la ira:
La ira es una reacción emocional que genera diferentes tipos de repuesta, dependiendo ésta de la intensidad de la ira que se manifiesta.
Puede existir una repuesta corporal, donde tu cuerpo se prepara para el ataque y la defensa ante cualquier amenaza recibida. Cuando te sientes en este estado de excitación estas predispuesto a actuar de manera impulsiva llegando a las conductas agresivas.
Puedes tener una respuesta cognitiva, que va a depender de cómo interpretes las situaciones que se te presentan, y esto es el combustible perfecto para prolongar los sentimientos de ira, aumentando la posibilidad de ser agresivos.
Por último, la ira puede darte como repuesta la gestión conductual en las diversas situaciones. Esta está orientada a quitar todo aquello que se te interpone en el camino, a la destrucción de los obstáculos. Ahora bien, es importante el no confundir la ira con la emoción de la agresividad.
Hay otras conductas en la gestión de la ira, que no van con la destrucción de obstáculos, sino con la resolución de los problemas.
¿Qué has aprendido tú de ello?
Hace ya muchos años que has estado enfrentando este problema, ¿te has sentado y te has preguntado por qué es tan fácil provocar tu ira? ¿Has indagado profundamente dentro de ti mismo y te has cuestionado lo suficiente como para entender la causa raíz de que tu estado mental esté en ebullición?
Identificando la razón de tu ira:
¿Podría ser que estás tratando de encubrir tus sentimientos vulnerables? Yo quiero que sepas que la ira no es necesariamente una mala emoción, la ira puede ser tu amiga. ¿Pero cómo puedes hacerte amigo de ella?
El primer paso sería que identificaras cuales son las situaciones que conducen a este tipo de arrebato.
¿Existe alguna similitud en la situación? ¿Es una persona en particular la que te vuelve loco o empuja tu nivel de paciencia?
No está en tus manos cambiar una situación para que de cierta manera no se desarrolle, pero lo que realmente si está bajo tu control es cambiar la forma que tienes de reaccionar ante una situación o ante las personas.
Cambia tu perspectiva acerca de las cosas, tus emociones y tus sentimientos, para que sigan su curso. Definitivamente no es fácil, pero tampoco lo es perder los estribos con un corazón acelerado.
Cuando sientes “ira”, ésta se transforma en múltiples emociones ocultas y reprimidas, y éstas emociones te molestan por mucho tiempo, apareciendo en forma de un tigre furioso. Calma al tigre, debes domarlo, y si no, dale un poco de agua para que refresque su fuego interno.
Sumérgete profundamente en tu mente subconsciente y re-examina tu infancia. Tal vez lo que no tomas en cuenta es que puedes estar proyectando tus sentimientos (partes no sanadas y no reconocidas de ti mismo) sobre los demás.
Posibles consecuencias de tu ira:
Las consecuencias negativas por explosiones de ira son muy numerosas para los demás como para ti mismo. La gestión irracional puede llevarte a situaciones lamentables, como volver un caos tus pensamientos y acciones, puedes suponer una defensa cuando no sea necesario, compromete tu salud y transmite una impresión negativa frente a los demás.
«Todo lo que te irrita de los demás, puede ayudar a comprenderte a ti mismo».
Si una persona en particular desencadena emociones de enojo en ti, esa persona es sólo otro ser que aparece en tu vida como un espejo, señalando los aspectos no reconocidos de tu propio ser.
Cuando no reconoces o no puedes reconocer tus sentimientos o aceptar algo de ti mismo, es una señal de que en el fondo no te amas a ti mismo.
Cuando no te amas a ti mismo, tratarás de encontrar faltas en una situación y razones para estar enojado con los demás, porque no te sientes completamente en paz y armonía contigo mismo y con el entorno que te rodea.
«Para que puedas conocer verdaderamente al mundo, mira en lo profundo de tu propio ser, y para conocerte a ti mismo, toma interés real en el mundo que te rodea»
Hazte amigo de tu ira:
Esta es la manera de hacerte amigo de tu ira: Aprende a soltarte, a aceptarte, a ganar la «voluntad» de rendirte y, lo más importante, a amarte a ti mismo. Sólo cuando amas todas tus partes, puedes amar a los demás, incluyendo a tu familia.
Y cuando la ira decide aparecer y declara su presencia de vez en cuando, ¡ponte dispuesto a caminar por el sendero con ella! Úsala como guía y hazte amigo de ella.
Una ira bien gestionada también aporta beneficios a tu vida. Es importante que no olvides que como emoción, no puedes dejar de sentir, y por lo tanto es mejor que juegue a favor y no en contra.
La ira te energiza, te ayuda a resolver conflictos, te proporciona información sobre personas y situaciones.
5 estrategias para regular tu ira:
A continuación te brindamos 5 estrategias que pueden ayudarte a regular y administrar de forma más amable tus reacciones por causa de la ira, y lograr que ésta juegue a tu favor.
1. Busca la causa de tu ira y exprésala de manera adecuada:
Identificar qué te molesta, es la primera acción de tener en cuenta, cuando estés enfadado, una vez reconocido, es muy positivo que tú lo expreses siendo sincero y honesto, en vez de insultar y amenazar. Debes trabajar la empatía.
Dependiendo de cómo tú interpretes las situaciones, se genera la hostilidad. Es por esto que te recomiendo que te coloques en los zapatos del otro, para que puedas entender la situación de manera objetiva, y así tú puedas evaluarla desde otra perspectiva.
2. No debes ceder al resentimiento:
Si hay algo que resolver o cualquier pequeño inconveniente, esto puede hacer que estalles en ira, pero lo que sí es fundamental, es que tienes que resolver los problemas del pasado para que no surjan y afecten tus situaciones del presente.
3. Practicar el respeto:
Las reacciones de ira vienen por la percepción de la falta de respeto, y el exigir respeto para uno mismo no es incompatible con respetar a los demás.
4. Puedes practicar técnicas de relajación:
Ya sea de meditación, relajación, pasear, escuchar música o cualquier otra actividad que te ayude a desviar tu atención a los pensamientos que alimentan tu ira.
5. Importante poner distancia:
Si notas que tu ira muestra aumento, es positivo poner distancia con la situación, ya sea que abandones el lugar donde estas y te tomes un momento para “contar hasta diez” y relajarte. Esto te ayudara a calmarte y a ver las cosas desde otra perspectiva más real y por lo tanto buscar soluciones positivas a la situación.
“Recuerda que la ira es un veneno que tomas mientras esperas que le haga daño al otro”
Recuerda que te haces daño a ti mismo, recuerda que tu camino puede estar lleno de muchas espinas pero, que amable se vuelve ese camino, cuando además de sentir las espinas, aprendes a valorar la suavidad de los pétalos de las rosas, así como su exquisito aroma!
Te invito a conocer lo vital de aprender a controlar las emociones y canalizarlas a nuestro favor!