Las habilidades de comunicación efectiva nos dan la cualidad de relacionarnos con otras personas en un nivel interpersonal. Generalmente tendemos a encontrarnos con bloqueos cuando nuestras líneas de comunicación se cruzan. Los malentendidos surgen como resultado de una mala comunicación. Antes de que te des cuenta, lo que una vez fue un desacuerdo inofensivo se convierte en una guerra.
¿No sería mejor si pudiéramos volar por encima de las peligrosas trampas de la mala comunicación y simplemente decir lo que queremos decir?
¿Qué es la comunicación interpersonal?
La comunicación interpersonal es la forma en que intercambiamos información, ideas y emociones con los demás. Se compone de señales verbales y no verbales, y pueden tomar una gran variedad de formas.
He aquí algunos ejemplos de comunicación interpersonal:
- Discurso verbal
- Canto
- Suspiros
- Lenguaje corporal
- Expresión facial
- Baile
- Gestos con las manos
- Texto escrito
La comunicación tiene lugar cada vez que hay un remitente, un mensaje y un receptor. La estructura del mensaje puede tomar muchas formas, por lo que es probable que a veces tengamos dificultades para interpretar lo que otros están tratando de comunicar.
Ahora que entendemos lo que es la comunicación interpersonal, debemos preguntar:
¿Qué son las habilidades de comunicación interpersonal?
En pocas palabras, las habilidades de comunicación interpersonal son métodos para facilitar el proceso de comunicación interpersonal. Son rasgos aprendidos que podemos cultivar y perfeccionar para convertirnos en comunicadores mejores y más eficaces.
¿Por qué son importantes las habilidades de comunicación efectivas?
Las habilidades de comunicación efectivas aumentan nuestra capacidad de ser escuchados y entendidos. Refuerzan nuestra confianza y autoestima al capacitarnos para hablar.
Cuando nos tomamos el tiempo para cultivar y practicar habilidades de comunicación efectivas, estamos invirtiendo en nosotros mismos. Además, ser un comunicador poderoso no sólo nos ayuda, sino que ayuda a todos aquellos con los que intentamos comunicarnos.
Cuando sabemos cómo transmitir nuestro mensaje de manera clara y directa, estamos eliminando la oportunidad de que ocurra una mala comunicación (y menos mala comunicación significa menos malentendidos).
Malos hábitos de comunicación a evitar
Si desea aumentar el poder de sus habilidades de comunicación efectiva, primero tendrá que erradicar los malos hábitos.
Todo el mundo es culpable de algunos errores de conversación de vez en cuando. Sin embargo, aquellos que permiten que sus relaciones con otros sean dominadas por malos hábitos de comunicación pueden encontrarse luchando por conectarse.
He aquí algunos indicadores de mala comunicación que hay que tener en cuenta:
- Interrumpir a otros
- Mirar su teléfono mientras otros hablan
- Distraído y sin un punto claro
- Evitar el contacto con los ojos
- Lenguaje corporal cerrado
Estas son manifestaciones de una mala etiqueta en las conversaciones, y definitivamente dañarán su capacidad de transmitir su punto de vista.
Aprender mejores y más efectivas habilidades de comunicación te ayudará a convertirte en un conversador seguro, hábil y adaptable. Además, le ayudará a navegar mejor en sus relaciones con los demás!
Ser consciente de los malos hábitos de comunicación que hay que evitar es beneficioso, pero también lo es tomarse el tiempo y el esfuerzo para cultivar nuevos y mejores hábitos de comunicación para el futuro.
Habilidades de comunicación efectiva para el crecimiento personal y el empoderamiento
Si te encuentras luchando por conversar con otros, o tienes dificultades para expresar tu opinión, no te preocupes. Agrega algunos de estos hábitos positivos a tu repertorio y estarás bien en tu camino hacia una comunicación segura y productiva en poco tiempo! Aquí hay 3 habilidades de comunicación efectivas en las que trabajar.
1. Sé consciente de tu cuerpo:
¿Sabías que la mayoría de los expertos en el campo están de acuerdo en que más de la mitad de lo que estás diciendo no proviene de tu boca? Eso es correcto. El lenguaje corporal representa un porcentaje asombroso de nuestra comunicación, y la mayoría de las veces, no somos conscientes de los mensajes que estamos enviando.
Su cuerpo, su postura y sus expresiones faciales juegan un papel en la forma en que se comunica. Por lo tanto, para empezar a dominar la primera de estas habilidades efectivas de comunicación, necesitará ser más consciente de su cuerpo y de cómo ocupa el espacio en el que se encuentra cuando se comunica con los demás.
¿Puede el lenguaje corporal contradecir nuestra comunicación vocal? Absolutamente, puede. Y así es como ocurren los malentendidos.
Aquí hay algunos ejemplos de señales comunes del lenguaje corporal y de lo que comunican:
- Brazos cruzados o cruzados – Defensividad, inseguridad
- Manos pegadas detrás del cuerpo – Autoridad, confianza
- Ajustar la ropa, el reloj, las joyas – Nerviosismo
- Señalar con el dedo – Agresión
- Puños cerrados – Ira, resolución, ansiedad
- Manos que se agarran o se aprietan – Autocalmante
- Manos en las caderas – Autoridad, asertividad
Sin darnos cuenta, estamos contando una historia con nuestros cuerpos.
La próxima vez que hable con otra persona, realice una exploración corporal rápida para determinar la posición de su cuerpo. ¿Estás cerrada? ¿Tienes los brazos cruzados? O no
2. Escucha Activamente:
¿Has tenido alguna vez una conversación con alguien en la que apenas pudieras recordar lo que te dijeron? ¿Estabas tal vez demasiado ocupado pensando en lo que ibas a decir a continuación, en lugar de escuchar realmente?
Muchos de nosotros somos culpables de esto. A veces proviene de una actitud inherente de competencia que se nos inculca a una edad temprana. Otras veces, es simplemente un síntoma de sentirse desoído o subestimado.
Algunos de nosotros llegamos incluso a interrumpir lo que otros dicen a mitad de la frase, sólo para imponer nuestros propios pensamientos y opiniones.
Tenemos que aprender a practicar la escucha activa para ser mejores comunicadores. Esta es sólo una de las muchas habilidades de comunicación efectiva, pero podría ser una de las más importantes.
La escucha activa significa estar plenamente presente y ser consciente de lo que el orador está tratando de impartir. Significa ofrecer al orador toda tu atención. Eso significa que no hay teléfonos celulares, ni pantallas de computadoras portátiles, ni escuchas a medias por encima de tu hombro mientras hurgas en el refrigerador en busca de sobras.
Demostramos escucha activa haciendo contacto visual con el orador. Asentimos con la cabeza para afirmar que estamos prestando atención. Podemos incluso interponer periódicamente y sí para animar al orador a seguir adelante.
Por supuesto, la escucha activa no siempre es posible. A veces tenemos prisa y necesitamos hacer varias cosas a la vez, así que tener una conversación con nuestra pareja mientras lavamos los platos se convierte en una necesidad.
Practica la escucha activa. Las habilidades de comunicación efectiva no se limitan a cultivar un mensaje poderoso. También se trata de ser un oyente cuidadoso y considerado.
3. Habla con confianza:
Mucha gente tiene miedo de hablar en público. No es fácil levantarse y hablar delante de los que no conoces bien. A veces, es aún más desafiante levantarse y hablar en frente de aquellos que tú conoces bien! Si quieres hacer oír tu voz, tendrás que cultivar una entrega de información fuerte y segura.
Convertirse en un orador más seguro de sí mismo requiere tiempo y práctica. Es una habilidad que debe ser curada con el tiempo, así que no esperes demasiado de ti mismo desde el principio. Sé paciente, sé amable contigo mismo y trabaja en ello, poco a poco, día a día.
Lo que se debe y lo que no se debe hacer en una comunicación segura:
- No hables antes de pensar. Tómate su tiempo para decidir lo que te gustaría decir.
- No divagues. La clave para una comunicación segura es ser conciso.
- No grites. La comunicación audaz es mucho más que simplemente elevar el volumen de tu voz. Puedes ser claro y conciso, sin necesidad de ser ruidoso.
- Ve más despacio. Un indicio de comunicación nerviosa es el habla aguda y rápida. Respira hondo. Más despacio. Tómate tu tiempo.
- Permanece presente. Una manera en que nos tropezamos cuando hablamos es tratando de conjurar lo que vamos a decir a continuación. Confía en ti mismo. Confía en que las palabras llegarán. Sólo puedes decir una cosa a la vez. Mantente presente.
- Sé consciente de tu cuerpo. La confianza es mucho más que sólo tu voz. Tu lenguaje corporal también dice mucho. Relaja los hombros, alivia la mandíbula, mantente erguido y respira profundamente. Cuando estés listo, empieza a hablar.
Practicar las habilidades de comunicación efectiva puede sernos muy útil a la hora de lograr nuestros objetivos en una conversación, ya que aprender a transmitir el mensaje de forma tal que nuestro interlocutor se sienta escuchado y comprendido, puede darnos la opción de lograr respuesta muy positivas y orientar la conversación a nuestro favor.
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