Muchas veces no nos damos cuenta que tan insidioso puede ser el agujero que nos cavamos, cuando abandonamos el impulso hacia adelante que nos otorga tener una vida con propósito.
El propósito es lo que nos da el impulso que necesitamos, no sólo para levantarnos de la cama por la mañana, sino para pasar el día con entusiasmo por nuestro trabajo.
¿Has conocido a alguien con un poderoso sentido de propósito? Su exuberancia por la vida es admirable, por decir lo menos. Y puede ser intimidante, si no compartes su pasión.
«El propósito de la vida es una vida con propósito.» Robin Sharma
Cómo encontrar la forma de desarrollar una vida con propósito
¿Cómo podemos re-descubrir nuestro propósito de llevar una vida más consciente, apasionada y entusiasta? Exploremos juntos este tema y veamos si podemos arrojar algo de luz sobre lo que significa llevar una vida con propósito.
¿Qué significa llevar una vida impulsada por un propósito?
Usemos un ejemplo para entender cómo podría ser una vida con propósito:
Hay dos agricultores de arroz que se levantan temprano cada mañana para cuidar sus campos. Un granjero se despierta temprano antes de que la luz haya atravesado el horizonte. Se queja y gruñe mientras se pone de pie.
Se pone su vieja ropa de labranza con manos torpes, frunciendo el ceño ante los agujeros en las rodillas de sus pantalones. A medida que avanza el día, el sol le golpea fuertemente en la cara. Sus músculos cansados y adoloridos gimen.
Termina su día de trabajo y se apresura a volver a casa, ansioso por descansar y tratar de recuperarse antes del siguiente día de trabajo.
Una vida con propósito siempre va de la mano de la actitud correcta para lograr los objetivos.
El segundo granjero se eleva a la frescura de un nuevo día. Respira profundamente mientras se viste, agradecido por el aire en sus pulmones y la ropa en su espalda. Deja su casa para abrazar el pintoresco amanecer.
Mientras trabaja, medita atentamente sobre sus acciones, enfocándose en cada tarea con energía dedicada, contento de poder trabajar al aire libre y con buen tiempo.
Regresa a casa desde su día en el campo para aprovechar el tiempo que ahora tiene para pasar con su familia. Se va a dormir para descansar su cuerpo antes del siguiente día de trabajo.
Ese segundo granjero parece que vive una vida muy poética, ¿no? Sin embargo, sus circunstancias no son realmente diferentes a las del primer granjero.
¿La diferencia? El propósito.
Vivir una vida con propósito te otorga el don de dirección, enfoque y conducción. Y el propósito te proporciona una medida de claridad sobre a qué decir sí y a qué decir no.
Cuando el río que se dirige al océano, se lanza de nuevo sobre sí mismo o toma el largo camino alrededor, lo hace sabiendo que la ruta que toma es, en última instancia, el camino de menor resistencia. El río sabe cómo dirigir su ruta hasta llegar a su destino.
Cuando estás lleno de propósito, incluso un contratiempo puede ser enmarcado como una experiencia de aprendizaje. Un obstáculo necesario en tu trayectoria hacia tu objetivo.
Entonces, ¿cómo encuentras tu propósito?
Definir el propósito de tu vida
Encontrar tu propósito en la vida, es como crear el guardarropa perfecto. Requiere un poco de ensayo y error, mucha afinación, puede que separes algunas cosas, algunas seguramente las querrás conservar, otras quizá te des cuenta de que han pasado de moda.
Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, eventualmente descubres lo que funciona mejor para ti.
«¿Qué harías si el dinero no fuera un objeto?» Watts de Alan
Si no dependieras de lo que haces para poder sobrevivir, y si no fuera una cuestión de perseguir el dinero y la buena fortuna, ¿qué harías? ¿Qué es lo que te llena de pasión, alegría y emoción? ¿Qué te saca de la cama por la mañana?
1. Descubre tus verdaderos valores
El Dr. John Demartini nos dice que el mundo es un lugar equilibrado. Sólo nuestras percepciones crean desequilibrios en lo que observamos. Y lo que percibimos que falta en el mundo es lo que más valoramos.
Nos enfocamos en aquello de que carecemos, cuando hay a nuestro alrededor tanta riqueza, tanta promesa. Llegará el día en que lo veamos.
Estos valores son algo a lo que nos sintonizaremos naturalmente. Cumplimos estos valores sin ningún esfuerzo genuino. Una vez que estamos en sintonia con lo que son, podemos aplicarnos en estas áreas.
Sabrás qué es lo que más te importa mirando las cosas y a las personas con las que elijas rodearte. Nuestros valores son consistentes con nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Y si hay una discrepancia entre nuestros verdaderos valores y lo que ponemos en el mundo, sentiremos la falta de armonía en nuestros cuerpos y mentes.
Entonces, ¿qué valoras?
2. El Sentido es Mágico: Creando una Vida con un Propósito Significativo
En su libro El hombre en busca de sentido, Victor Frankl enfatiza el poder de crear significado en tu vida. El significado no es algo inherente o transmitido a nosotros por nuestros padres. El significado es algo que necesitamos crear por nosotros mismos.
Todo el mundo percibe el mundo de diferentes maneras. Mientras que un individuo puede observar los colores pintados de un atardecer sin mucho entusiasmo, para la persona que está parada a su lado, puede ser uno de los atardeceres más gloriosos que han presenciado.
Tú creas el sentido de tu vida. Si quieres que tu vida tenga sentido, sintoniza con tus valores, escucha las pasiones de tu corazón y busca aquello que te haga sentir completo.
Para lograr una vida con propósito requerimos re-inventarnos de forma constante, como dijimos al principio, ensayos y errores, hay que probar hasta encontrar aquello que sentimos que nos llena, que nos satisface plenamente y que da un nuevo impulso a nuestro entusiasmo, ya que una actitud entusiasta ante todo lo que nos corresponde realizar día a día, agrega calidez y bondad a nuestras vidas.
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