Jack Lawson, en su libro «Las leyes eternas del amor», nos regala los principios del amor consciente, donde nos dice que, al practicar asiduamente éstos principios, lograremos obtener la capacidad de dominar el arte del amor consciente.
Se refiere a hacer nuestros los patrones de conducta indicados en los principios del amor consciente, de tal forma que todas nuestras vivencias, incluido el amor, se dé en medio de un mayor nivel de consciencia.
Las leyes eternas del amor no son nuevas para nosotros, siempre las supimos, y hoy es muy bueno recordar.
Qué son los principios del amor consciente?
Amar conscientemente, amar con conciencia, es una de las experiencias más maravillosas que podamos imaginar porque, sin conciencia, el amor queda reducido a un mero acto animal, un acto que agota, que acaba cansando, mientras que vivido con conciencia, desde el corazón, es una fuente inagotable de felicidad y energía.
La diferencia entre amar conscientemente o hacerlo como solemos hacerlo, es la misma que podemos experimentar entre vivir conscientemente o no hacerlo. Pero hay algo más que una diferencia: cuando no vivimos conscientemente, desde la conciencia, desde nuestro centro, aun así vivimos, pero cuando no amamos conscientemente y no somos amados.
Nuestro centro, ese punto a partir del cual todo lo que construyamos tendrá sentido, es el corazón o lo que simboliza el corazón, sede del amor. Si actuamos a partir de él, tanto en la vida como en el amor, todo adquiere una profundidad y un brillo distintos.
Se enseña en el chamanismo mexicano que hay dos tipos de caminos, los caminos con corazón y los caminos sin corazón, personalmente considero que un camino sin corazón no merece ser llamado camino, es, a lo sumo, un desvío.
Cuanto más profundo sea el nivel de conciencia en el cual vivamos, más profunda, gratificante y llena de significado será toda nuestra vida y, particularmente, nuestra vida emocional.
Es hora de reflexionar y de lanzarnos a la maravillosa aventura de vivir nuestra vida amorosa conscientemente. La diferencia es como vivir en la luz o vivir en la oscuridad. Y Jack Lawson, en las leyes eternas del amor, nos muestra cómo hacerlo, a través de la aplicación de los 7 principios del amor consciente.
Todos nos podemos acostumbrar a vivir en la oscuridad, pero disfrutaremos mucho menos de cada cosa y difícilmente podremos dar lo mejor de nosotros mismos. En la oscuridad no vemos claramente lo que nos ocurre y todos caemos en la trampa de atribuir nuestros fracasos y nuestras caídas a los demás.
Los golpes que nos damos son siempre culpa de los obstáculos contra los que chocamos, y nuestras desgracias parecen no tener nada que ver con nosotros mismos.
Somos como juguetes de un destino caprichoso y absurdo que gobierna arbitrariamente nuestras vidas. Sin embargo, a medida que la oscuridad se disipa y vemos con más claridad, nos vamos haciendo cada vez más dueños de nuestras vidas: ése es el camino de la conciencia, el camino del amor consciente, Ese es nuestro verdadero camino, distinto para cada uno de nosotros.
El destino del hombre es vivir la expansión del amor y de la conciencia. Ha sido concebido naturalmente a partir de un canto de amor y, si muchas veces no es consciente de ello, es porque tampoco sus progenitores eran conscientes de que estaban movidos por los hilos del amor.
El amor es el poder de la creación, es la fuerza más poderosa del universo, la única capaz de eliminar las luchas, las dudas, el miedo y la inseguridad. El amor es la otra cara del temor.
Como ha escrito Gerald G. Jampolsky: “Amar es despojarse del temor” el temor pues, es únicamente como un vestido del que podemos y debemos despojarnos.
Cuando el relato de la Biblia nos explica que el primer hombre tuvo miedo y vergüenza, dos problemas que casi siempre están asociados, lo primero que hizo fue vestirse con lo que tuvo a mano. Perdió el estado de unión con la creación, con el universo y conoció la soledad, soledad que compartió con su costilla.
El amor es capaz de cambiar la soledad y el sentimiento de impotencia en felicidad, alegría y éxito. Quizá sea lo único capaz de hacerlo porque sólo cuando amamos podemos ser nosotros mismos y dar lo mejor de nosotros mismos.
El amor nos ayuda a trasladarnos desde la superficie a la profundidad de las personas y las cosas. Sólo cuando amamos realmente a alguien o algo podemos penetrar hasta su intimidad, hasta su secreto. Si aprendiéramos a ver a los demás a través de los ojos del amor, no los juzgaríamos a la ligera, según las apariencias.
Sin duda ni siguiera los juzgaríamos porque en el juicio siempre hay separación entre el que juzga y lo juzgado, mientras que el amor es unión.
Si supiéramos vivir desde el amor y la consciencia, toda nuestra vida adquiriría sentido.
Es muy importante que cuando amemos expandamos nuestra conciencia, porque el amor es, esencialmente, expansión de la conciencia, Expandir la consciencia es abandonar el estado de temor y retraimiento en que sólo nos tenemos en cuenta a nosotros mismos.
No consiste únicamente en pensar en los demás o tenerlos en cuenta, sino en buscar penetrar en sus corazones, en intentar animarlos, en ayudarles a sacar lo mejor de sí mismos. Eso nunca se puede hacer desde el juicio y la crítica, ni siquiera desde lo que se suele llamar “crítica constructiva”.
Amar conscientemente es buscar la libertad. Hemos de aprender a distinguir entre lo que deseamos en la profundidad de nuestro corazón y lo que los condicionamientos y programaciones externos nos hacen creer que queremos. En muchas ocasiones tendremos que cerrar los ojos y pedirle a nuestro cuerpo que decida por nosotros.
Aunque no lo creamos, el cuerpo tiene mucha más sabiduría que las ideas que nos han inculcado. O nos han vendido. El cuerpo reaccionará de un modo muy distinto ante la persona que “nos conviene” y aquella a la que realmente amamos. No nos engañará.
Cuanto más profundo sea el nivel de consciencia en el cual vivamos, más profunda y gratificante será nuestra experiencia de vida, y esta profundidad está siempre en nosotros y no tiene nada que ver con las opiniones o las ideas que adquirimos del exterior.
Los 7 principios del amor consciente no son reglas estrictas ni mandamientos, son patrones de conducta que pueden llevarnos a manifestarnos ante la vida en un nivel de consciencia más elevado, donde incluso se da el anhelado amor incondicional.
Las 7 actitudes que manifiestan el amor consciente:
- Trabajar por tu paz interior.
- Aprender a perdonar.
- Amarte a ti mismo.
- Obedecer a tu voz interior.
- Vivir plenamente el momento presente.
- Dar antes de recibir.
- Actuar con sinceridad.
En nuestra próxima entrega, te regalaremos el maravilloso detalle de cómo vivir cada uno de los 7 principios del amor consciente, para que, guiados por nuestro ser interior, logremos alcanzar la verdadera magia del amor!
Te invito a leer las 5 maneras de Irradiar La Energía Del Amor y sentirte en unión con la creación!
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