Nuestra soledad, además de ser una verdad literal, también podría ser una simple percepción errada de nuestra situación actual. Analizar bajo que condiciones se presenta, y encontrar sus causas nos permite tomar el control de ella, para sanarla enfrentando nuestros temores, y recuperando la confianza y la amabilidad hacia nosotros mismos.
Siempre tenemos que tener presente que, nuestra relación con los demás, es un reflejo de la relación intima con nuestro verdadero ser. Sanar nuestra relación con nosotros mismos nos permite elevar nuestros niveles de confianza, y ésto sólo puede ser alcanzado a través de un trato amoroso, bondadoso y compasivo con nuestro ser interior.
Nuestra soledad es la oportunidad para sanar nuestra relación con nosotros mismos.
Develando las causas de nuestra soledad:
Muchos de nosotros nos sentimos solos, pero nunca llegamos a las raíces de porqué, y cómo podríamos sentirnos más conectados.
Seguramente para muchos, la soledad puede representar un espacio a solas para dedicarse a sí mismos e intimar con su ser interior a fin de equilibrar energías y sanar situaciones ya identificadas. Sin embargo, para otros la situación es distinta, hace falta enfrentar los miedos, hace falta tomar riesgos y superar la verguenza que puede representar la mala conexión con otras personas.
Así mismo, nuestra propia vulnerabilidad puede a veces bloquear nuestra capacidad de relacionarnos con los demás, cómo instinto de autoprotección, ante experiencias pasadas que han resultado muy dolorosas y difíciles de superar, por lo que es necesario hacer un trabajo de conciencia que nos permita reconocernos y aceptarnos cómo el gran ser humano que somos.
Temores comunes que pueden mantenernos aislados:
♦ Miedo a tomar riesgos:
Si nos aferramos a la creencia de que debemos ser perfectos, es posible que no nos arriesguemos a hacer cosas que puedan exponer nuestras imperfecciones. Podríamos pensar «Debería salir de casa más a menudo o unirme a un sitio de citas «, pero no queremos arriesgarnos a sentirnos decepcionados. Nuestro miedo a fracasar nos mantiene aislados.
Podemos reflexionar sobre pedirle a alguien una cita, pero no podemos soportar la posibilidad de escuchar «no», lo que puede reforzar la creencia de que tenemos defectos. Al ser consumidos por la duda, no podemos considerar una interpretación más benigna, como que no están buscando nuevos amigos en este momento.
En lugar de tomar un riesgo inteligente para alcanzar nuestro objetivo, podemos encontrar una comodidad curiosa en lo que es familiar, a pesar de que nos mantiene dolorosamente aislados y desconectados.
Siempre he pensado que, tomar la iniciativa no me hará ningún daño, al contrario, podría estar creándome nuevas oportunidades de crecimiento personal.
♦ El miedo a la vergüenza:
Otro factor que puede alimentar nuestra aversión a tomar riesgos es el miedo a enfrentar la vergüenza. No queremos ser vistos como defectuosos, o nos vemos como defectuosos. La creencia de que somos defectuosos o que somos un fracaso, puede crear una de las emociones humanas más dolorosas.
La vergüenza tóxica es tan agonizante que haremos casi cualquier cosa para evitarla. Y hay muchas cosas que no haremos para eludir la perspectiva de la vergüenza. No nos acercaremos a las personas, compartiremos nuestros pensamientos ni permitiremos que salga nuestro humor natural.
No comenzaremos un nuevo hobby o empresa. No nos pondremos en situaciones en las que no podamos destacarnos. Sin una garantía de éxito, sucumbimos a nuestro modo predeterminado de no exponernos a una posible vergüenza o humillación.
Por supuesto, la vida no ofrece garantías. Sin una disposición para asumir riesgos inteligentes y enfrentar posibles críticas o rechazos, permanecemos paralizados, lo que perpetúa nuestra soledad.
Se necesita sabiduría para darse cuenta de que incluso si somos rechazados, no significa que somos un fracaso. Nuestro trabajo interno es mantenernos con dignidad y respeto, sean cuales sean los eventos externos que nos ocurran. No tenemos control sobre cómo nos ven los demás, pero tenemos cierto control sobre cómo nos vemos a nosotros mismos.
♦ El miedo a ser vulnerable:
Tomar riesgos que puedan movernos hacia conexiones satisfactorias y una vida más satisfactoria significa estar dispuesto a aceptar nuestra vulnerabilidad, lo que significa darse cuenta y aceptar que no siempre obtenemos lo que queremos. Esto requiere una disposición valiente para sentirse triste o decepcionado a veces, o incluso un ligero sentimiento de vergüenza, que podría ayudarnos a aprender y crecer.
Esta es simplemente la condición humana. La buena noticia es que podemos aprender a tener una relación más amistosa con todos nuestros sentimientos, tal vez con la ayuda de un psicoterapeuta.
Avanzar hacia una vida menos solitaria y atractiva significa cultivar la resiliencia. La resiliencia significa encontrar la fuerza para decir «sí» a nosotros mismos cuando otros nos dicen «no». Requiere darse cuenta de que la forma en que otros nos responden dice algo acerca de ellos; no es una declaración sobre nuestro valor.
Este es el significado más profundo del amor propio: honrándonos a nosotros mismos y aprendiendo a descansar cómodamente en nuestro cuerpo y a ser como nos aventuramos en un mundo incierto. Venimos a afirmar que estamos bien tal como somos.
«La curiosa paradoja es que cuando puedo aceptarme tal como soy, entonces puedo cambiar». – Carl Rogers Ponlo
La importancia de ser amigables con nosotros mismos:
Experimentamos el universo como un lugar más amigable a medida que nos hacemos amistosos con nuestra experiencia interna de la vida. Confiando en nosotros mismos para tratar con toda la gama de sentimientos que la vida nos trae, podemos asumir más riesgos para ser vulnerables.
extender nuestra mano a otros con valiente vulnerabilidad, sabiendo que si no nos encontramos con una respuesta positiva, podemos sentirnos bien sabiendo que lo intentamos … y avanzar hacia las personas que podrían ser más receptivas.
La mayoría de nosotros nos sentimos un poco solos a veces. No hay nada de malo en eso. Si podemos mantenernos con gentileza a medida que experimentamos nuestra soledad, podemos comenzar a cambiar.
Al preguntarnos «¿Qué necesita esta soledad?», Podríamos descubrir una nueva dulzura hacia nosotros mismos o algún pequeño acto que pueda ayudarnos a sentir más paz interior y más conexión.
Nuestra Soledad podría ser vista cómo la oportunidad de oro para profundizar nuestra relación con nosotros mismos, aceptándonos y amándonos tal y como somos: Seres humanos maravillosos!
Te invito a leer Miedo A La Soledad, ¿a sentirte solo o a estar solo?
Deja una respuesta